NUEVOS RUMBOS
Qué es de la vida de Millie Stegman
Fue la villana en Chiquititas y terminó dejando la televisión para cambiar radicalmente de vida.
Los fanáticos de Chiquititas seguramente la recuerden de una manera bastante particular a Millie Stegman, ya que era la villana de la serie juvenil. Interpretaba a una mujer cruel de clase alta a la que solo le interesaba el dinero de su pareja.
Ahora, por alguna de esas curiosidades de la vida y también, por qué no, por un poco de ironía, el presente de Millie no podría estar más alejado de ese personaje ficticio, dado que su vida dio un giro místico y hasta asegura haber recibido el llamado de “Jesús y de María”.
A mediados de 2005, en pleno apogeo de su carrera artística, Stegman no estaba conforme con su presente de aquel entonces. “Mi alma estaba cansada, muy triste, sentía que tenía que parar. No me alcanzaban ni los diez kilómetros que corría, ni ir al gimnasio, ni otro trabajo. Había llegado el momento de desandar, volver a empezar”, confesó.
Millie Stegman.
En ese momento, una prima la invitó a Salta para que fueran juntas a visitar a la Virgen. Ella no dudó en aceptar esa propuesta, que terminaría significando un cambio radical en su vida y un giro místico.
“No tuve una formación cristiana, ni siquiera ahora sé los Mandamientos. Pero frente a la Virgen sentí un amor que vence las dificultades. Yo no conocía ese amor y por eso me sigo emocionando al contarlo. Entonces, pedí perdón por todas las cosas que sentía que no estaban bien”, expresó Millie.
“Se me reveló el amor por Dios. Para mí, fue el espíritu que se manifestó. Fue el espíritu en su totalidad. Recibí el llamado de Jesús y de María, el amor más grande y puro que haya sentido jamás. Y decidí aceptar ese llamado. Se trató de volver a Dios. Cambiaron los sentimientos del corazón y cambiaron los pensamientos. Y así las prioridades”, agregó.
Millie Stegman.
Desde ese día, Millie Stegman comenzó a alejarse paulatinamente de los flashes y de las cámaras de televisión. No obstante, aún tuvo algunas apariciones fugaces: en 2008 se animó a participar del Bailando por un Sueño, de Marcelo Tinelli, y en 2012 formó parte del elenco de la obra teatral Mujeres y Botellas.
“Pude experimentar lo que es el vacío y ahora sé que se hace camino al andar. No me gustan las apariencias, las habladurías. Aprendí que el silencio habla y que es una respuesta a muchas preguntas. Estoy en el mundo, tengo los pies sobre la tierra, pero la mirada en el cielo”, aseguró.
Viernes, 7 de octubre de 2022
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