PRONUNCIAMIENTO
Además de eficiencia, el uso de la energía requiere "racionalidad", advierten en la UIA
El titular del Departamento de Energía de la entidad propuso enfocar los subsidios a la provisión de electrodomésticos eficientes y la construcción y remodelación de viviendas con aislación térmica, que redundarán en un menor consumo sin resignar pautas de confort, además de ahorro fiscal.
El último de los trabajos comenzó en 2019, con fondos de la Unión Europea, duro dos años y medio y en él se realizaron talleres de mejoramiento de la eficiencia energética, El objetivo era que las empresas aplicaran la norma ISO 50.0001. En esos talleres de adaptación se hicieron trabajos con empresas de medianas a grandes en todo el país. Iban dos profesionales por empresa y se tomaba el compromiso de aplicar lo que se aprendía en los talleres. Participó Alemania y España y por la Argentina el trabajo estuvo encabezado por la Fundación Bariloche.
T: La última encuesta de la UIA muestra un mayor uso de energías renovables en las grandes empresas que en las pymes. ¿A qué se debe esa diferencia?
A.C.: Las grandes empresas están obligadas a cumplir con el 20% de su demanda de electricidad con energías renovables en 2025, conforme con la ley 27.191. Tienen tres opciones: le compran esa energía a Cammesa, a un proveedor o hacen su propia generación.
En menos de tres años el 20% de la demanda eléctrica total tiene que ser abastecida por energías renovables. Actualmente proveen aproximadamente el 15%. Para completar esos 5 puntos de diferencia hay que hacer las inversiones necesarias y ese es el gran problema. Los nodos de transporte están saturados.
Un 38% de las empresas tiene estrategias de eficiencia energética, especialmente las asociadas con la iluminación de bajo consumo y la incorporación de maquinaria y tecnología.
Otro 40% aún no tiene políticas, pero planea incorporarlas en el futuro y un 13,8% utiliza al menos una fuente de energía renovable, porcentaje que en el caso de las grandes empresas se eleva al 33%.
T: ¿Se puede considerar que la Argentina llegó a un punto de maduración en cuanto a eficiencia energética?
A.C.: La tarea de eficiencia energética es infinita, cambian los procesos y las tecnologías continuamente, así como las reglamentaciones de los gobiernos.
Además de la eficiencia, es fundamental la racionalidad, las dos cosas van de la mano. Puedo contar con el artefacto más eficiente, pero me va a servir de muy poco si no le doy un uso racional. El uso racional y eficiente no es la solución total, pero ayuda mucho.
También debe haber una política de promoción de equipamiento eficiente, como cuando se implementó un plan canje. ¿Cómo le decimos a alguien que no le alcanza la plata que tiene que comprar una heladera AAAA? Además, el aparato que se reemplaza por ineficiente se tiene que destruir, de lo contrario termina en la casa de otro.
Cuando hablamos de eficiencia y racionalidad, sería más constructivo que se dieran créditos y descuentos impositivos para aislar térmicamente edificios, con lo que además se generarían fuentes de trabajo, tanto en obreros y técnicos como en profesionales para la instalación y el control.
Si lo que cuesta 100 lo doy con una tarifa de 30, no va a haber uso racional, pero si hago el aislamiento térmico correspondiente, todos salimos ganando, porque el usuario va a consumir por 30 con el mismo confort por el que antes hubiera consumido 100.
T: En ese marco, ¿Cómo evalúa la implementación de la segmentación tarifaria?
A.C.: La segmentación implica un blanqueo del costo de la energía, pero aún hoy las distribuidoras no saben cómo aplicarla porque no tienen los padrones completos. Sería mucho más lógico aplicar cosas que sean ejecutables, hacerlo paulatinamente. Y que la gente sepa que la energía tiene un valor, el valor de generarla, transportarla y distribuirla.
Lógicamente tiene que haber protección a los más vulnerables, pero es delirante que en 2022 tengamos entre 15.000 millones y 16.000 millones de dólares de subsidios a la energía.
La energía tiene que tener un valor y hoy, además, hay que afrontar el costo de haberse enamorado de esa herramienta. Si tuviéramos US$ 15.000 millones, bárbaro. Pero no los tenemos.
Lunes, 26 de septiembre de 2022
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