CERCA DE LOS ALEGATOS
Acusado dijo sentir "pena" por los muertos frente al Gauchito Gil
Todos los imputados por el doble crimen declararon ante el tribunal. Algunos manifestaron que estuvieron lejos de la "pelea". Otros que "no vieron" el ataque. Varios señalaron que se enteraron de las muertes por "Facebook".
Medios de comunicación de la localidad de Mercedes transmitieron por redes sociales el momento de las testimoniales de ocho de los nueve acusados por la muerte de Sergio "Checho" Rodríguez y José "Minto" Rodríguez, crimen que sucedió frente al Gauchito Gil sobre Ruta 123 el 6 de agosto del año pasado. Prestaron declaración pero ninguno permitió preguntas.
Las testimoniales coincidieron en que "Minto" Rodríguez tenía un machete en mano y amenazaba a los Astarloa. Y que había una persona que con una camioneta quería atropellarlos. También manifestaron que la disputa por los lugares en el predio del santuario era común y aún más en plena pandemia en la que había poco trabajo.
Las mujeres imputadas manifestaron que observaron el avance de la agresión por parte de la familia Rodríguez pero no vieron cuando se produjeron las muertes. Ambas señalaron que se enteraron después por Facebook que había fallecido "Checho".
A su tiempo, el acusado Maximiliano Contreras fue contundente al decir: "Siento mucha pena por la víctimas y por los heridos. Yo salvé mi vida y la de mi sobrino. No estaba en mis cabales. Tenía marihuana, cocaína y alcohol encima. Con esta gente nunca tuve problema. No quiero responder preguntas, porque están las pruebas para eso", dijo.
A su turno, Carlos Molina aseguró ante el Tribunal que nunca pegó a nadie, pero reconoció también estar bajo los efectos de droga y alcohol, "con mis problemas siempre me arreglé solo. Estaba empedo, de otra cosa no me acuerdo nada. Esa familia (por los Rodríguez) que me perdone, estoy arrepentido. Nunca tuve problema con esa clase de gente", señaló.
LAS TESTIMONIALES COMENZARON A LAS 9 Y FINALIZARON CERCA DE LAS 14. Por su parte Jonathan Astarloa comentó que tenía puestos en el predio del Gaucho Gil, que vendía velas, estampas. Tenía sus secretarios ("Bebo" y Kevin) a quienes no pagaba porque por la pandemia había poca gente que iba al santuario pero, sin embargo, se las rebuscaban con ser "trapitos".
Comentó que era la familia Rodríguez quien se ocupaba del estacionamiento, y que cuando alguien quería trabajar por su cuenta en ese lugar los amenazaban. "Ese día del ataque estuvimos tomando porque hacía calor, pusimos música como siempre. Vimos que Yesica (viuda de "Checho") comenzó a insultar a lo que querían trabajar como trapitos", dijo a la vez que señaló que "muy poco recuerda de ese día".
El 6 de septiembre a las 8 serán los alegatos. Hablará el fiscal, seguirá la querella y finalizará cada abogado de las defensas. Si el tiempo lo permite habrá sentencia del caso.
Tres adolescentes y un niño sufrieron vejámenes durante años El Tribunal Oral de Santo Tomé condenó a 35 años de prisión a Oscar Wellig, por abuso sexual con acceso carnal. A su cargo como padre tenía a tres mujeres adolescentes y un niño de seis años al momento de la denuncia de los delitos.
El debate según informó el portal de noticias santotomé –online se desarrolló en tres jornadas, en las cuales los denunciantes narraron lo sucedido durante 10 años, tras la muerte de su madre.
Relataron cómo Wellig les pateó, pegó, azotó, con chicotes, látigos, mangueras y todo lo que tuviera a su alcance, les apuntó con armas de fuego efectuando luego disparos. Les sometía a trabajos forzados en el establecimiento, incluyendo al menor de 6.
"Sí voy preso cuando salgo les mato a todos ustedes, tengo contactos, yo entro un día y al otro día voy a estar libre", eran las amenazas constantes hacia los chicos.
Los hechos sucedieron a lo largo de 10 años, y concluyeron el día 1 de julio del año 2020, cuando en un operativo encabezado por la Juez de Instrucción, el Fiscal y la Asesora de Menores de Santo tomé, acompañando a la comisión policial, se allanó el establecimiento y rescató a las chicos, procediendo a la detención del depravado. La denuncia fue enviada por mail en plena pandemia, cuando la mayor de las víctimas logró escapar.
Wellig en su extensa y divagante declaración, sólo señaló en concreto que todo se trataba de un complot de venganza, por no haberle festejado el 15 a su principal víctima.
Tras los alegatos respectivos, el Tribunal encabezado por Alejandra Petrucci y los magistrados Rodrigo López Lecube y Francisco Javier Ramos, comunicaron ante el fiscal Facundo Cabral y la Asesora de menores Francilina Niveiro, la condena de 35 años de prisión a Wellig, de 58 años y a pagar una indemnización de 2 millones de pesos. La condena deberá cumplir en la Unidad Penal Nº1 de Corrientes, sin derecho a libertad condicional conforme como lo dispone el artículo 14 del Código Penal Argentino.
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Miércoles, 31 de agosto de 2022
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