La OMS publicó recomendaciones sobre el tiempo que los niños pequeños pueden pasar viendo televisión o jugando con un celular.

Cada vez son más los bebés que están expuestos a pantallas y aprenden a manipular dispositivos electrónicos desde muy temprana edad. Mientras esto se normaliza, existe el mito de que las pantallas son un buen estímulo para los bebés y cientos de plataformas digitales lucran con esta idea, lanzando juegos y aplicaciones para bebés.

Sin embargo, muchas investigaciones ya demostraron los efectos negativos que trae el uso constante de dispositivos electrónicos en los primeros años de vida, cuando el cerebro se encuentra en pleno desarrollo.

El uso de dispositivos electrónicos desde muy temprana edad puede estar correlacionando con distintas problemáticas, como por ejemplo, en el desarrollo del lenguaje y la regulación emocional.

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Qué recomienda la OMS sobre el uso de pantalla en niños
Hace tiempo se sabe que lo que un bebé necesita para crecer son interacciones humanas, exploración libre del entorno y juego. Por eso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda pantallas 0 hasta los tres años de vida.

La OMS ha publicado recomendaciones sobre el tiempo que los niños pequeños pueden pasar viendo la televisión o jugando con un celular, cuánto ejercicio físico deben hacer y cuántas horas deben dormir.


Según esta información, el organismo recomienda que entre los dos y los cinco años los niños usen dispositivos electrónicos como mucho una hora al día. “Si es menos, mejor”, señalan. Para los bebés menores a 2 años no se recomienda que estén frente a un celular o tablet.

“Los comportamientos sedentarios, ya sea usar un transporte motorizado en lugar de andar o ir en bicicleta, estar sentado en el pupitre en la escuela, ver la televisión o jugar con pantallas son cada vez más predominantes y están asociados con la mala salud”, se lee en la guía. “El sueño también influye en el bienestar físico y dormir pocas horas está relacionado con el sobrepeso y la obesidad en la infancia y adolescencia y con problemas mentales entre los adolescentes”.

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La OMS resalta la correlación entre el sedentarismo generado por las pantallas y el aumento de obesidad infantil en los últimos años. Los datos disponibles indican que 40 millones de niños menores de cinco años (un 5,9% del total) en el mundo tienen sobrepeso. En los últimos 40 años, la obesidad se ha multiplicado por 10 entre niños y jóvenes de 5 a 19 años.

“Lo que de verdad tenemos que hacer es que los niños vuelvan a jugar”, explica la doctora Juana Willumsen, responsable de obesidad infantil y actividad física para niños. Se trata de reemplazar el tiempo que los niños pasan pasivamente frente a una pantalla por juegos más activos y de asegurarse de que duermen suficientes horas. La OMS no considera como actividades “pasivas” si el niño está, por ejemplo, imitando los movimientos de baile de un video o hablando con una familiar en otro país por el celular, pues existe cierta interacción.

Además, la OMS distingue entre el tiempo que el niño pasa solo frente a una pantalla y el tiempo que pasa haciendo alguna actividad tranquila, pero acompañado de una persona adulta, lo que llaman “tiempo de calidad”. Leer a un niño, contarle cuentos, cantarle o armar un rompecabezas ayuda con su desarrollo intelectual.

Martes, 30 de agosto de 2022