REVELADOR
La tristeza de Federico Amador por no poder ver a sus hijos
La pareja de Florencia Bertotti abrió su corazón respecto a las dificultades de encontrarse con sus dos pequeños.
El amor fluye de manera impresionante entre Florencia Bertotti y Federico Amador, esa pareja que nació hace once años y que los imantó de por vida, para construir una historia maravillosa que luce indestructible, sólida y luminosa en la actualidad.
El actor y la protagonista de Floricienta disfrutan de ese sentimiento poderoso, de esta decisión de alimentar un vínculo esplendoroso y de ensamblar las familias, dado que ambos se encontraron en el camino del destino con hijos de relaciones anteriores.
Así, Federico y Bertotti conjugan su cotidianidad con todos los miembros de la constelación, aunque en el caso del actor posee una particularidad, dado que sus dos pequeños residen en Rosario, por lo cual lo separan una parva de kilómetros, que lo lleva a armar una logística peculiar.
Justamente para alimentar el lazo, para estar presente en el crecimiento de sus herederos, Amador realiza un movimiento semanal importante, que incluye viajes constantes a la ciudad santafesina para compartir tiempo con Vitto (15 años) y Ciro (12).
Respecto a esa dinámica y a las emociones que brotan en su interior por esta distancia, Federico se expresó en un móvil con Socios del espectáculo, que se encuadró en la nueva experiencia profesional en la que se embarcó al formar parte de la segunda temporada de ATAV.
Respecto al modus operandi que lleva a cabo para reunirse con los dos pequeños, el novio de Florencia Bertotti específicó: “Generalmente paso tres días allá y cuatro acá”. Así reveló que arma las valijas semanalmente para ir a Rosario.
Claro que las bondades de la modernidad le permiten estimular un contacto diario, por eso narró: “Lo bueno de la tecnología es que nos comunicamos dos veces por día, nos miramos y estoy súper presente. Los viernes me voy a Rosario o me los traigo. Hay una presencia importante”.
Por otra parte, Federico abordó el cambio de paradigma de los niños en cuanto a los estigmas y analizó: “Por suerte mis hijos nacieron en otra época, tienen otro chip y ya los ves en la manera de describir a alguien: no dicen el alto o el gordo, de última tiran el color de pelo”.
Jueves, 16 de junio de 2022
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