El equipo de Gallardo logró que sus medios convirtieran más de la mitad de los tantos y triplicaran su producción goleadora.

Mientras River desfilaba en la Liga del año pasado, asomaba a lo lejos un riesgo que este verano se hizo más visible desde que se anunció la transferencia con delay de Julián Álvarez al Manchester City: tener en el equipo a un futbolista que cerró el 2021 haciendo de a dos o tres goles por partido no sólo es sensacional sino que al mismo tiempo puede representar a futuro el peligro de depositar en el cordobés toda la responsabilidad goleadora del equipo.


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Y la buena noticia en esta primera parte del año, acaso anticipándose a lo que será un segundo semestre sin el Araña, es que el CARP no depende únicamente del 9 para convertir. Una muestra, apenas, se dio el sábado pasado en Florencio Varela: como en el superclásico, Julián no estuvo fino en la definición, pero allí aparecieron los volantes del equipo.

Probando de afuera del área o llegando por sorpresa a posición de delanteros, los mediocampistas tienen cada vez más gol. Contra Defensa y Justicia fueron Enzo Fernández y Santiago Simón (que mojó por primera vez como jugador profesional en su 33° partido), pero en lo que va de 2022 más de la mitad de los tantos que metió River fueron gritados por sus medios. Y eso, para Gallardo, es “fantástico”, como remarcó el deté luego de la victoria en Florencio Varela.

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Y es que el Muñeco necesita que sus mediocampistas lleguen a posición de gol y se amiguen con el arco. Sobre todo, por el dibujo que eligió el entrenador desde que Álvarez empezó a destaparse: ese 4-2-3-1 con JA9 como punta de lanza (que puede ser 4-1-4-1 ó 4-3-2-1 según los partidos: el esquema en sí mismo es lo de menos) necesita de ese esfuerzo de los mediocampistas mixtos del equipo. Y están haciéndolo: de los 20 tantos que ya anotó River en los nueve juegos que tuvo en el año, 11 fueron propiedad de sus volantes, seis de sus delanteros y tres de los defensores.

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Quintero hizo cuatro; Enzo Fernández, dos; Barco, uno; Simón, uno; De la Cruz, uno; Paradela, uno; y Zuculini, otro. Cuatro de ellos fueron de penal (tres de Juanfer y uno de EF), es cierto, pero así y todo representan un aporte esencial en este tramo de la temporada, cuando River empieza a jugar en un calendario minado y deberá alternar. Para eso, cuenta con un abanico goleador bien colorido.

Enzo Fernández y Palavecino, dos que pisan mucho el área (Prensa River).
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Es en definitiva una evolución: tomando los primeros nueve partidos del semestre pasado, no sólo había marcado menos sino que los tantos estaban desbalanceados para los delanteros: en el mismo tramo de la segunda parte de 2021, el equipo llevaba 13 goles, de los cuales ocho los habían hecho entre Suárez (tres), Romero (cuatro) y Julián (uno); y de los volantes sólo De la Cruz (tres) y Zuculini (uno) se habían anotado en la lista. Sí, ahora los medios casi triplican esa marca.

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Claro, era lógico que los puntas tuvieran más poder de fuego porque River había empezado jugando con dos delanteros fijos (Suárez y un Romero que había llegado para reemplazar en el mismo diagrama a Borré), pero así y todo ahora, con un único nueve, tiene más gol, como para convalidar una máxima que el propio Gallardo suele repetir cual un mantra: acumular delanteros no te garantiza ser más ofensivo ni tener más opciones.

En ese sentido, incluso el único gol que anotó hasta el momento Esequiel Barco (a Racing, desde afuera del área) fue jugando como volante ofensivo y no como falso 9 o segunda punta de Álvarez como se había ubicado contra Gimnasia y Boca.

En la lista de goleadores falta, por ejemplo, Agustín Palavecino, otro de los futbolistas con poder de fuego, que tuvo un inicio de semestre más tardío entre estados gripales y lesiones. El sábado, en su ingreso en el segundo tiempo, demostró que de a poco se va acercando a la versión que necesita River.

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“Está bueno que no solamente dependamos de los goles de Julián y que los volantes puedan convertir, que pisen el área seguido”, se entusiasmó MG después del último juego. Un partido, contra DyJ, en el que el jugador que más veces remató fue justamente Enzo Fernández, acaso el que más confianza se tiene para el gol: después de Álvarez (21), EF es el hombre de River que más veces pateó al arco en lo que va de la Copa de la Liga, con 17 tiros (dos fueron goles y cinco de ellos pegaron en los palos: lo siguen Simón con 10 y JFQ con nueve), y también el segundo que más chances generó (20, a una de JA).

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Así las cosas, el Muñeco puede estar tranquilo: cuando a su goleador se le vuelva a abrir el arco hará más diferencias, pero mientras tanto sus mediocampistas le dieron un salto de calidad y de eficacia al equipo.

Martes, 5 de abril de 2022