2019 VS 2022
Así se derrumbaron los salarios frente al aumento de los alimentos
El presidente, Alberto Fernández, declaró la guerra contra la inflación y el rubro alimentos es el más sensible. Por eso, funcionarios del equipo económico se reúnen con representantes de las empresas del sector. Un estudio privado muestra la pérdida del poder adquisitivo de los salarios desde 2019.
Mientras el Gobierno nacional se reúne con los empresarios del sector alimenticio para analizar cómo frenar la suba de precios, los argentinos siguen sufriendo la pérdida del poder adquisitivo. Lo más preocupante es que esa derrota se produce en un rubro que golpea a los sectores más necesitados, los de menores ingresos.
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, dijo que van a “exigirle a los empresarios que retrotraigan los precios que no tienen justificación”. Más allá de la dificultad técnica que tendrá el presidente Alberto Fernández de poder cumplir con ese anuncio, lo cierto es que se formula después de más de dos años de gestión en los cuales los precios no pararon de aumentar.
Según un estudio de la consultora especializada en consumo Indecom, desde marzo del 2019 hasta hoy, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios en relación a alimentos básicos es de 6%. La peor parte se registró en los últimos doce mees.
El trabajo relevó los precios de una serie de doce productos que, tres años atrás, demandaban un gasto de $807 mientras que, en la actualidad, requieren $2.181 para comprarlos. Esto implica un aumento promedio de 170%.
Durante ese período, el salario mínimo vital y móvil tuvo un ajuste de 164%, unos 6 puntos porcentuales abajo. En marzo de hace tres años, ese ingreso era de $12.500. Hoy es de $33.000.
El incremento nominal de los salarios puede parecer importante y su ajuste es anunciado por los funcionarios como una solución al problema de los asalariados, pero está claro que es menor a lo que aumentan los bienes de la economía. Al final del camino, los sueldos pierden esa “guerra”.
El mayor salto se produjo en el puré de tomate por kilo, según el estudio de la consultora. Costaba $27, en marzo del 2019, mientras que ahora vale $158, un 485% de incremento.
Un producto tan esencial como arroz (doble carolina por kilo) pasó de $27 a $140, una suba de 418%.
Otro caso similar es la harina, con un aumento de 400%, al aumentar de $25 a $125. En el estudio se tomó como referencia un paquete de un hilo en la variedad 0000.
El sachet de litro de leche entera pasó $54 a $123 (+127%). La yerba con palo por 500 gramos pasó de $83 a $225 (+171%). El aceite de girasol por 1,5 litros aumentó de $116 a $397 (+ 242%) Los fideos secos por 500 gramos subió de $21 a$98 (+ 366%). El kilogramo de azúcar valía $37 en 2019 y hoy cuesta $73 (+ 97%) Un litro de agua mineral, si gas, se incrementó de $50 a $110 (+ 120%) El pan de molde x 350 gramos pasó de $88 a $213 (+142%) El kilo de pollo tuvo un ajuste de $90 a $219 (+143%) El pack de cuatro unidades de hamburguesas aumentó de $189 a $300 (+58%). Si bien la variación de precios es amplia, los alimentos más elementales, como la harina y el arroz, están entre los más golpeados por la inflación.
Lunes, 21 de marzo de 2022
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