Lo dijo el subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA). "Seguirá el mismo escenario que se manifiesta desde marzo del año pasado". Juan Borús adelantó que "enero se presenta complicado por las lluvias escasas, las condiciones de suelo deficitarias y el aumento en la demanda de agua".

Señaló en dialogo con "La Tarde menos pensada" que "la sequía generalizada en la cuenca del Plata que empezó en junio del 2019, todavía sigue pegando duro y no tiene visos de mejora o cambios por lo que tenemos vaivenes en los niveles del rio Paraná siempre en valores muy bajos. Por lo que en principio esta situación no va a cambiar en lo inmediato".}

Indicó que "en este momento estamos teniendo una tendencia descendente predominante por el hecho que se han disipado las lluvias. Hace un par de semanas que en las altas cuencas, en Brasil, esta lloviendo menos".

Explicó al respecto que "en esta época de año en las nacientes del Paraná es donde se dan estacionalmente las lluvias más significativas y no se están dando en la magnitud esperada para hacer frente a la sequía reinante".

"Esta situación significa que los suelos están lejos de tener una condición normal, dado que prevalece un déficit hídrico, y por otro lado los embalses de generación hidroeléctrica que están emplazados en la alta cuenta del Paraná están con reservas muy reducidas, muy bajas, y no las han recuperado".

Sostuvo Borús que "todo esto hace que el panorama para adelante no sea el mejor. No hay muchas razones para ser optimista. El mes de enero se presenta complicado teniendo en cuenta no solo las lluvias escasas que se esperan y las condiciones de suelo deficitarias, sino también el hecho de que la demanda de agua va a aumentar por una condición estacional de altas temperaturas, en un verano que ya se presenta como cálido".

La Calidad del agua no será la óptima, pero aun la situación no tiene ribetes de crisis", comento finalmente.

Miércoles, 29 de diciembre de 2021