PADRES NERVIOSOS
El estrés por los preparativos de las fiestas puede empañar el momento para los chicos
1 de cada 4 padres tiene expectativas demasiado altas para esta época según una encuesta realizada a 2000 familias en EEUU.
El estrés por los preparativos de las fiestas puede empañar el momento para los chicos Advierten que "todo el trabajo detrás de escena" para hacer realidad sueños imposibles podría tener el efecto contrario. Foto Shutterstock.
Las más leídas de Buena Vida 0 22/12/2021 6:01 Clarín.comBuena Vida Actualizado al 22/12/2021 6:01 Rees familiares, despedidas, festejos: es la época en la que todos “debemos” estar felices. Los regalos más espectaculares y las vacaciones soñadas constituyen un imaginario que muchos padres crearon para sus hijos. Pero sostenerlo puede tener un precio alto.
Es que precisamente las expectativas que en este momento del año se generan en los hogares con niños pequeños suelen estar muy por encima de las posibilidades reales, lo que genera en los padres una nivel de ansiedad y estrés que puede terminar empañando el momento.
Una encuesta que incluye a más de dos mil familias con chicos de 0 a 18 años, difundida recientemente, indica que en EEUU uno de cada cinco padres cree que su hijo tiene expectativas poco realistas para la temporada navideña, mientras que uno de cada cuatro admite que estableció expectativas demasiado idealistas respecto a sí mismo.
Fueron los mismos padres los que reconocieron que estas presiones pueden no ser buenas para su familia, y uno de cada cinco reconoce que su nivel de estrés afecta negativamente el disfrute de las vacaciones de sus hijos, indica la Encuesta Nacional sobre Salud Infantil del CS Mott Children's Hospital en la Universidad de Michigan Health.
Un estándar demasiado alto “La gente está rodeada de imágenes que representan las fiestas como un momento de paz, amor y alegría. Muchos padres quieren darles a sus hijos esos recuerdos mágicos perfectos para atesorar en los años venideros ”, señala la codirectora de la encuesta, Sarah Clark.
“Pero -advierte- todo el trabajo detrás de escena para hacer realidad esa visión podría tener el efecto contrario para algunas familias. El estrés excesivo de los padres puede agregar tensión y disminuir la alegría que los niños asocian con la temporada", analiza.
Ideales inalcanzables: los padres intentan llevar a cabo lo que creen que sus hijos quieren. Foto Shutterstock. Ideales inalcanzables: los padres intentan llevar a cabo lo que creen que sus hijos quieren. Foto Shutterstock.
Y estos datos se ven reflejados en los resultados: si bien casi todos los padres encuestados afirman que las vacaciones son generalmente un momento feliz para su familia, uno de cada seis califica su nivel de estrés como alto durante la temporada navideña. Las madres experimentan casi el doble de estrés que los padres.
“El ajetreo y el bullicio navideño, las largas listas de tareas pendientes y las rees sociales se encuentran entre los mayores desencadenantes del estrés”, apunta Clark.
Burn out de fin de año “El estrés también puede estar relacionado con la negociación de planes de vacaciones con diferentes miembros de la familia y el costo de los obsequios, viajes y otras actividades de vacaciones. Con el resurgimiento de COVID en algunas partes del país, tratar de mantener saludables a todos los miembros de la familia puede causar preocupaciones adicionales ", plantea.
Las madres, a cargo de la mayoría de las tareas, sufren mucho más estrés que los padres en esta época del año. Foto Shutterstock. Las madres, a cargo de la mayoría de las tareas, sufren mucho más estrés que los padres en esta época del año. Foto Shutterstock.
Incluso las vacaciones en sí pueden ser un momento exigente con los niños en casa: más de un tercio de los padres encuestados dicen que se sienten aliviados cuando su hijo regresa a la escuela.
Respecto a las causas más comunes del estrés en las fiestas, la encuesta señala que:
Casi un tercio de los padres aseguran que el estrés proviene de las compras adicionales y las tareas de las vacaciones, de las acciones para mantener a los miembros de la familia saludables y del equilibrio en las finanzas del hogar.
Para otros, son las rees familiares (23%), la preparación de comidas especiales para las fiestas (22%) y las críticas de los miembros de la familia sobre los planes de las vacaciones (14%). “Para muchos padres, el estrés está ligado a tener expectativas poco realistas respecto a ellos mismos para crear unas felices fiestas, incluso si no tienen suficiente tiempo, dinero o ayuda para celebrar de la manera que han imaginado”, analiza Clark.
Algunas pautas para moderar expectativas Clark sugiere que las familias se sienten y pongan en común lo que cada uno espera de la temporada, ya que es probable que los padres piensen en planes grandilocuentes pero que los chicos prioricen en realidad cuestiones sencillas, como ver ciertas películas navideñas, colocar luces en un lugar favorito de la casa o pasar un día horneando y decorando galletitas de azúcar.
“Una buena estrategia es hablar en familia sobre los planes y las prioridades de las vacaciones. Los padres pueden tener conceptos erróneos sobre cuáles son los recuerdos y tradiciones navideños favoritos de sus hijos; en realidad, podrían ser mucho más simples de lo que cree ”, dijo Clark.
En esa linea, las familias pueden en conjunto decidir modificar ciertas tradiciones navideñas o tener un elemento menos en el menú para la cena de fin de año, por ejemplo.
Por otro lado, también recomienda revisar las cosas que se cree que tienen que hacerse y evaluar cuáles pueden suspenderse o discontinuarse, como por ejemplo, preguntarse: ¿Es necesario ir a todos los eventos sociales o festivos, preparar determinados alimentos o continuar preparando regalos para la familia extendida?
Cómo bajar decibeles Los padres encuestados informan diferentes formas de “recargar energía” cuando aumentan las tensiones navideñas.
Las formas más efectivas de reducir el estrés de las fiestas incluyen tiempo a solas (71%), escuchar música (55%), hacer ejercicio (46%), rezar (28%), obtener ayuda de otros miembros de la familia (23%) y trabajo (15%).
Y en los momentos de alivio también existen diferencias en cuanto al género, que evidencian la mayor carga a la que ellas son sometidas: mientras más madres manifiestan que la ayuda de los miembros de la familia sirve para alivianar las cargas, más padres buscan trabajar como una forma de reducir su estrés.
“Cualquiera sea el método, los padres deben recordar que sus hijos observan y aprenden”, advierte Clark.
El tiempo en casa implica un relajamiento de las rutinas en los hogares, lo que genera cortocuircuitos con los padres. Foto Shutterstock. El tiempo en casa implica un relajamiento de las rutinas en los hogares, lo que genera cortocuircuitos con los padres. Foto Shutterstock.
“La temporada navideña puede ser un momento para que los padres modelen una buena higiene de la salud mental, verbalizando cómo reconocen y tratan de aliviar el estrés”, plantea Clark. "Este enfoque es una invitación para que los niños compartan sus propios sentimientos de estrés y un recordatorio de que deben actuar cuando su estrés sea elevado", agrega.
Por ejemplo, los padres podrían decir: “Realmente me siento abrumado con tantas cosas en nuestra lista de tareas pendientes para hoy.Tomemos un descanso de baile de 5 minutos antes de volver a marcar cosas de nuestra lista", propone.
Otro factor estresante: la ausencia de la escuela Entre los padres de niños en la escuela, el 23% de las madres y el 14% de los padres dicen que tener a su hijo en casa más durante las vacaciones escolares provoca estrés.
“Una fuente de estrés subestimada para muchos padres es que los niños en edad escolar pasen más tiempo en casa durante las vacaciones”, señala Clark. "En la mayoría de las familias, la escuela impone una rutina diaria, con horarios específicos para despertarse, salir por la puerta, ir a dormir y comer", detalla.
Sin embargo, durante las vacaciones, los niños y adolescentes pueden sentir que deben romper algunas de las reglas normales que están en vigor durante los días escolares.
La mayoría de los padres encuestados dicen que mantienen rutinas similares o ligeramente relajadas durante las vacaciones, pero otros reconocen que renuncian a sus reglas habituales sobre el tiempo frente a la pantalla (20%), la hora de acostarse (19%), tener amigos en casa (14%), comida chatarra (13%) y pijamadas (13%).
“Es natural querer que los niños se diviertan, pero los padres deben esforzarse por lograr un punto medio feliz que les dé a los niños un descanso del horario estructurado del año escolar sin experimentar falta de sueño o una mala alimentación que pueda causar irritabilidad”, señala Clark.
"Seguir algunas rutinas probablemente ayudará a que todos sean más felices y que el tiempo en familia sea más agradable", concluye.
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Miércoles, 22 de diciembre de 2021
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