DOLAR BLUE
Gobierno intentará que no pase de $200 en la semana política clave del año
La cúpula del Banco Central aspira a llegar hasta que vuelvan a aparecer las divisas de los exportadores. Todo un desafío.
El Gobierno buscará desde hoy, y durante toda la semana, una misión difícil: que el dólar blue no supere la barrera psicológica de los 200 pesos. Y que el público llegue a las elecciones del próximo domingo con la mirada puesta en otros temas económicos, que, aún con complicaciones, no tienen la trascendencia psicológica sobre el votante que la marcha de la divisa norteamericana. Como si fuera una versión local (y obviamente menos épica) que aquella máxima madridista republicana de la guerra civil, lo que intentará el oficialismo (con todas las armas posibles y disponibles) y es la oferta y la demanda de la divisa se mantengan como mínimo en los niveles actuales. Si baja mejor. Pero la intención política es que no se superen los márgenes del viernes pasado. Luego de las elecciones del próximo domingo, y con los resultados finales e inapelables sobre la mesa, se verá.
Obviamente la mirada estará puesta sobre el blue, con su cierre de 199 pesos, luego de haber tocado el jueves de la semana pasada su récord histórico de 200 pesos. Un número de similares características para cerrar el viernes de esta semana sería considerado muy problemático para las posibilidades electorales del oficialismo. Ni hablar si el precio final se aleja hacia arriba de esa barrera psicológica. Por eso, y aunque públicamente se lo desprecie como indicador, la mirada del oficialismo estará puesta sobre la marcha de este mercado.
dolar hoy: a cuanto cotiza este lunes 8 de noviembre Informate más Dólar hoy: a cuánto cotiza este lunes 8 de noviembre Una de las esperanzas es que el precio se acomode, por la acción no de las fuerzas que operan sobre la demanda (la sobreactuación de pesos en el mercado es imposible de modificar en una semana), sino sobre la oferta. Confían en el oficialismo, que la llegada de turistas extranjeros, factor habilitado desde hace ya una semana, debería comenzar ya a exponer cierta cantidad de divisas en el mercado alternativo; incrementando la oferta de moneda extranjera en la búsqueda de un mejor tipo de cambio por fuera del oficial. Según esta visión, durante los primeros siete días de vigencia de la liberación para el acceso de personas del exterior con divisas para cambiar, y no en el oficial precisamente, debería haber mostrado un lapso de reacomodamientos; que desde esta semana tendrían su correlato en el dólar oficial.
Confían además las fuentes oficiales, en que la apertura de las cuentas para turistas a los cuales se les garantiza un tipo de cambio del MEP (cerca de 181 pesos según el cierre del viernes), también comenzaría a redundar en resultados esperados. Otro factor que se espera trabaje sobre el blue, es que siempre la segunda semana de cada mes, es tiempo de venta de divisas para enfrentar gastos internos en las pymes, cuyos responsables tienen al blue como moneda de cambio y ahorro. Pagados los salarios del mes, y ante el comienzo del cronograma de liquidaciones de impuestos y pagos a proveedores, y sin la alternativa de financiamiento en pesos en el horizonte, la alternativa debería ser liquidar dólares (aunque sea algunos), para enfrentar estos gastos. Con la misma lógica se reflexiona que para la segunda quincena del mes los mismos referentes que vendieron divisas comenzarían a tomarlas; retornando la presión sobre el precio del blue. Pero, realpolitik mediante, serían tiempos poselectorales.
El tercer factor para esperar una morigeración en la demanda de dólares alternativos es su precio. Según la visión oficial, compartida por la mayoría de los economistas privados (incluso los de la rama ortodoxa), un precio del blue a 200 pesos es, simplemente “carísimo”. Se insiste en que sería un nivel de país centroamericano, y se muestra que la comparativa histórica indica que a valores posconvertibilidad del primer trimestre del 2002), el valor debería oscilar en una franja de entre 175 y 180 dólares. En el mismo sentido se muestra que cualquier comparación con países de la propia región (especialmente Chile y Brasil), muestran a la Argentina como un mercado absolutamente barato en dólares y carísimo para las posibilidades de los locales como turistas extranjeros. Se menciona como ejemplo el precio de un litro de nafta a más de 220 pesos en Uruguay, y el valor de compra de cualquier producto electrónico en la región.
Finalmente, y si todas las anteriores especulaciones fallaran, están la intención oficial de seriamente recurrir a alguna de las “manos amigas” operadoras en ese mercado, para que demuestren su militancia en la semana política más importante del año para el gobierno. Y, como se sabe, siempre habrá algún financista (en general del conurbano bonaerense), dispuesto a colaborar.
En paralelo al blue y sus circunstancias, están los dólares oficiales, legales e intervenidos. Especialmente el MEP y el CCL, donde desde hace varias semanas la acción oficial es directa, clara y con resultados medios. La última medida del BCRA que apunta a que los bancos y entidades financieras no puedan tomar divisas hasta fin de mes, se suma a la gran batería de restricciones para el acceso a las divisas que dispuso la entidad que maneja Miguel Pesce, en su colaboración explícita al Gobierno para que llegue con el menor daño cambiario posible a las elecciones del próximo domingo. Desde el Central se miden las acciones del mercado, y se cree que es demasiada especulación alcista para la realidad, y que pasada la jornada del próximo domingo debería retornar la tranquilidad. El as de espada del BCRA es el tiempo. Sabe la gente de Pesce, que sólo faltan semanas para que la velocidad de aparición de dólares de los exportadores cambie; y que para diciembre ya comenzarían a llegar las divisas provenientes de la cosecha gruesa (el trigo). Esto redundaría en que los saldos diarios podrían comenzar a equilibrarse en menos de un mes, y que el BCRA tenga una posición de ataque, y que pueda abandonar el bilardismo obligatorio de las últimas jornadas. A falta de delanteros goleadores (dólares del campo), lo mejor fue una actitud defensiva para salvar el vendaval de ataque de demandas. Pero insisten en el BCRA que la entidad lleva las de ganar, porque los refuerzos estarán por llegar en diciembre.
En este panorama algo optimista se debe incluir una aclaración. Todos los análisis descuentan que habrá antes de marzo un acuerdo con el FMI, comandado por Kristalina Georgieva, que comenzará a mostrar avances concretos desde el día después de las elecciones. Sin el Facilidades Extendidas, sería como una partida de ajedrez que termina y una que comienza. Las piezas vuelven a su lugar de origen, y comienza un partido nuevo y diferente.
Lunes, 8 de noviembre de 2021
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