LOS RIESGOS DE LOS MÁS BARATOS
Parece leche, pero no es: proliferan los productos "a base de"
Jorge Giraudo es coordinador del Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA) de Argentina, aclaró que no hay prohibición de producir productos “a base de leche”. Sin embargo, aclaró que no tienen el mismo valor nutricional por lo que en los comercios deberían estar bien identificados y separados en otras góndolas.
De la mano de la crisis y el avance de la pobreza un nuevo tipo de lácteos ganó terreno: los "rebajados" o "ultra low cost". Productos baratos que se parecen a la leche, el yogur, el queso o la manteca. Pero no lo son, por no alcanzar el mínimo legal de materia prima como para ser llama dos así. Y tampoco nutren igual.
Tanto que muchos consumidores recién se enteran de lo que compra ron al probar el producto y notarlo extraño: con sabor y textura dife rentes, o como si estuviera aguado.
La letra chica del envase revela el motivo. Lo que lucía como leche común, saborizada o chocolatada en realidad es definido como una "bebida láctea" con leche. Y lo que parecía yogur bebible no incluye esa palabra: figura sólo como un "alimento lácteo" o una "bebida láctea fermentada".
Giraudo expuso que “hay que diferenciar porque los lácteos son productos hechos a base de leche, que debe ser de la glándula mamaria animal”, descartando que otros extractos vegetales que se hacen llamar “leche” sean considerados así. “Todo producto que no tenga mayoritariamente presencia de leche no puede llamarse lácteo, si no es así, se los debe nombrar de otra forma”, indicó.
En tanto, recalcó que el comercio debe diferenciar los productos lácteos de los que son producidos a base de leche, ubicándolos en diferentes góndolas. Indicó que el Código Alimentario permite comercializar estos productos, por lo que también recomendó a los padres “revisar bien lo que van a comprar para saber qué le están dando a sus hijos”.
Miércoles, 15 de septiembre de 2021
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