CONCLUYÓ LA INVESTIGACIÓN INTERNA DE GENDARMERÍA
Armas a Bolivia: El sumario confirma el mecanismo de entrega del armamento a los golpistas
La Gendarmería terminó el sumario interno que realizó por el envío de efectivos y municiones a Bolivia que terminaron en poder de las fuerzas que apoyaron el golpe contra Evo Morales. La investigación administrativa que Mauricio Macri buscó frenar desde los tribunales confirma, que los gendarmes nunca estuvieron en contacto con las 70.000 balas antitumulto y ratifica la descripción del mecanismo de entrega que hicieron los policías y los integrantes de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB).
El sumario ya está en poder del Ministerio de Seguridad que conduce Sabina Frederic y tiene, por estas horas, carácter de reservado. La investigación se abrió en julio pasado después de que estallara el escándalo por el envío de proyectiles a Bolivia. Con el sumario --que fue ordenado por el jefe de la fuerza, Andrés Severino-- se puede determinar si les corresponden sanciones a los integrantes de la Gendarmería, que pueden ser consideradas leves, graves o gravísimas.
Dentro del Ministerio de Seguridad, es la Dirección Nacional de Control de Integridad --que depende de la Subsecretaría de Control y Transparencia-- la que deberá revisar el proceso que hizo la propia Gendarmería. Esa dependencia puede pedir nueva prueba. En las últimas horas se supo que Frederic había requerido información al nuevo ministro de Defensa, Jorge Taiana.
La Gendarmería quedó en el ojo de la tormenta porque fue la fuerza que el 12 de noviembre de 2019 sacó 70.000 balas antitumulto a Bolivia. Las balas habían sido compradas por la entonces ministra Patricia Bullrich --que nunca escondió su afinidad con la Gendarmería-- para la cumbre del G20 que se celebró un año antes en Buenos Aires. Se sabe que 40.000 balas terminaron en poder de la Fuerza Aérea Boliviana y 26.900 fueron entregadas a la Policía de Bolivia. En julio del año pasado, un directivo de la Gendarmería buscó ocultar el envío de las municiones, diciendo que se habían empleado en entrenamientos, lo que marcaría un verdadero récord para los gendarmes que estuvieron desplegados en La Paz entre noviembre de 2019 y junio de 2020.
Desde la causa penal, Macri buscó bloquear el sumario, consciente de que desde allí se podría desentrañar cómo fue la entrega ilegal del material represivo a las fuerzas bolivianas. En dos ocasiones, rechazó los intentos el juez Javier López Biscayart, que sostuvo que el Poder Judicial no podía inmiscuirse en una investigación interna ordenada por otro poder del Estado. Además, le explicó que, si se incorporara el sumario como prueba, eso no implicaría que no se puedan realizar nuevas pruebas sobre lo que recolectó la Gendarmería o que incluso se podría citar a los gendarmes en sede judicial.
Pese al hermetismo, este diario pudo confirmar que los gendarmes confirmaron lo que surge de los sumarios administrativos de la Policía y la Fuerza Aérea de Bolivia, que ya fueron revelados por Página/12. En esos expedientes, quedó claro que las balas se entregaron el mismo día en que el Hércules C-130 rozó suelo boliviano. Las balas que le correspondían a la Fuerza Aérea Boliviana quedaron en el hangar. Las que quedaron en poder de la Policía de Bolivia se entregaron en la residencia argentina.
En la causa --que aún sigue sin que se defina qué juez la tramitará-- hay cuatro gendarmes imputados: el excomandante general Gerardo Otero, el exdirector de Logística Rubén Carlos Yavorski (que tramitó la salida de las municiones que quedaron en poder de las fuerzas de Bolivia), exdirector de Operaciones Carlos Miguel Recalde (que dijo que las balas se habían gastado en entrenamientos) y el exagregado de la Gendarmería en La Paz Adolfo Caliba. El gendarme Caliba es sindicado por el gobierno boliviano como quien fue el enlace con la policía del Estado Plurinacional y como quien garantizó la entrega del material represivo en las primeras horas del 13 de noviembre de 2019.
Miércoles, 18 de agosto de 2021
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