HISTORIA DE VIDA
Donó todo lo que tenía y vive en una cueva hace 20 años: “Aquí nadie me molesta
Panta Petrovic es un hombre oriundo de Serbia. Durante las últimas dos décadas, decidió dejar todo e instalarse en una cueva donde disfruta su nueva vida.
El mundo está lleno de grandes historias. Una de ellas seguramente puede ser la de Panta Petrovic. El hombre tiene 70 años y hace ya veinte que se encuentra instalado en una cueva. Según él mismo, donó todo su dinero y pertenencias para ir a instalarse allí, lejos de todo. Considera que el dinero es una “maldición que echa a perder a las personas” y es por eso que se alejó de él para aislarse totalmente de la sociedad. No obstante, con el tema del Coronavirus, Panta tomó precaución y se vacunó contra el Covid-19. Mirá también:
Panta vive en un lugar muy difícil de alcanzar. Una pequeña cueva en las afueras de la ciudad de Pirot a la cual sólo accede por una subida empinada. Tomó la decisión tras un estilo de vida frenético donde no se sentía libre. Había sido cazador y peón en el mercado negro pero llegó a un punto donde todo eso lo agotó y decidió por cambiar rotundamente.
La cueva en la que vive Petrovic cuenta con una bañera herrumbrada que él usa a modo de inodoro, algunos bancos y una fardo de heno que hace las veces de cama. Este ermitaño come habitualmente hongos y pescados que consigue de una quebrada próxima. Sin embargo, de vez en cuento desciende a la ciudad para alimentarse de las sobras que hay en los basureros. También cuenta con algunos de sus animales para evitar que se los comieran los lobos.
Pero no vive solo. Está acompañado por animales a los cuales crio y cuida como si fuese un “granjero”. Entre ellos están, una jabalí y tres gatitos que adoptó huérfanos y los alimenta con una jeringa. Sobre esto, hizo énfasis en la poca importancia que le da al dinero y los problemas que trae porque los define como una “maldición que echa a perder a las personas”. “No hay dinero que pueda comprar algo así, una verdadera mascota”, declaró sobre su relación con sus mascotas. Por último, cuando se enteró de la existencia de la pandemia, no quiso arriesgarse y se vacunó. Salió de su cueva y fue hasta la ciudad de Pirot donde se inoculó. “El virus no escoge, vendrá aquí también, a mi caverna”, sentenció.
Lunes, 16 de agosto de 2021
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