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Pensó que había comprado una mansión, pero por un error en la subasta terminó siendo dueño de una choza
La pareja vio por primera vez la casa que compraron luego de pagarla. Desde entonces, trabajan para transformarla en un hogar y comparten su progreso en Instagram, donde han reunido más de 200 mil seguidores.
Mudarse nunca es sencillo, y comprar una casa mucho menos. Precios, locación y servicios entre miles de otras cosas entran en consideración a la hora de elegir un hogar, pero Cal y Claire Hunter no se tuvieron que preocupar por nada de eso. Casi se podría decir que el universo eligió su casa por ellos, cuando se vieron obligados a pagar por una mansión en ruinas en el pequeño pueblo de Dunoon, Escocia.
La joven pareja se conoció en 2016 en los Alpes franceses, y tras meses de viajar juntos por Europa se obsesionaron con Glasgow, uno de los centros culturales de Escocia. La pareja ahorró y buscó por años, hasta encontrar lo que consideraron el lugar perfecto, a la venta en una subasta. "Antes de decidirme a ofertar, había pasado algunas noches durmiendo en mi camioneta al otro lado de la calle. Me gustó", relató Cal a The Guardian. Basta decir que estaban seguros, y dispuestos a pagar.
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También te puede interesar: Crónica HD Sergio Berni: "Hay que discutir que justicia queremos" Tras sufrir por años, ahora hace campaña para que las empresas de comida rápida reduzcan la altura de sus hamburguesas. (Imágenes cortesía The Sun) Se dislocó la mandíbula comiendo una hamburguesa: "Me arruiné la vida" El día de la subasta Claire estaba de viaje, por lo que Cal se dirigió al lugar y se preparó para lo que, asumía, iba a ser una lucha campal. Con 40.000 libras como presupuesto, esperó a que el director de subasta cantara en su pesado acento escocés el número del departamento. Siguendo la lista desde el panfleto que imprimió días antes de la subasta, se preparó para levantar la mano cuando llegara su número.
Pero cuando la venta comenzó para la propiedad, silencio cayó sobre la subasta. Asumiendo que todos esperaban tácticamente, Cal levantó su mano. "¿£10,000?", ofertó. Silencio. De repente, el mazo había caído, el director girtó "vendido" y el hombre sentado al lado de Cal se volteó y le susurró por lo bajo: "Amigo, ¿has visto ese lugar?".
La foto que la Casa de Subasta de Escocia usó para promocionar Jameswood Villa tenía 8 años de antigüedad al momento de la compra. Para cuando Cal se dió cuenta que los números en su panfleto no concordaban con los números dictados por el director, ya era demasiado tarde. Y como las ofertas de subasta en Escocia son legalmente vinculantes, a la pareja no le quedó otra que aceptar los papeles de Jameswood Villa: una mansión victoriana abandonada en el pueblo de Dunoon.
"Cuando finalmente hablé con Claire, ella parecía imperturbada. Había mirado el lugar en Google Maps, aunque con los arbustos solo se podía ver un ángulo. Dunoon no era Glasgow, pero no parecía muy lejos. Y diez grandes por un lugar al que llamar hogar, ¿qué tan malo podría ser?". Spoilers: era muy malo.
Algunas de las fotos compartidas por Cal y Claire cuando primero visitaron la mansión. Cuando la pareja llegó al lugar que llamarían hogar por los próximos años, los recibió un cartel que leía "Peligro, manténgase alejado". Graffiti, agujeros en el piso y las ventanas, paredes enmohecidas y nada de agua y luz. "Pronto nos dimos cuenta de que este proyecto no sería financieramente viable si no lo estuviéramos haciendo nosotros mismos o si necesitáramos un ingreso estable para pagar los gastos generales como una hipoteca o un alquiler", escribió Claire en el blog que relata su experiencia.
Luego de comprar toda la residencia (para mal de peores, en la subasta solo habían comprado mitad de la propiedad), la pareja puso manos a la obra. Instalándose en el jardín de la propiedad, la pareja vive en su camioneta mientras reparan la casa que será su hogar: "Es un trabajo duro, pero ambos hemos aprendido mucho; asumir tantas cosas nos ha ayudado a crecer como personas", rescató Cal para The Guardian.
Dos años más tarde, Jameswood Villa es aún un trabajo en proceso. La pareja mantiene a sus familias y más de 200 mil seguidores al tanto de su progreso desde su cuenta de Instagram, donde dan consejos, cuentan historias, recaudan dinero y buscan inspirar a los internautas a seguir sus sueños.
"Como pasa con muchas cosas que suceden en la vida, nuestra experiencia en una subasta fue un ejemplo clásico de la frase 'shit happens'. Y ahora estamos intentando convertir esa 'shit' en una hermosa casa", relató Claire. Y mientras la pareja no se arrepiente de su feliz accidente, no dejan de recomendar leer los documentos antes de firmar.
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Viernes, 13 de agosto de 2021
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