SANTO TOMÉ
Prisión perpetua para la mujer policía que asesinó a su esposo prefecto
Karina Cabral fue hallada culpable de homicidio agravado por la relación de pareja y alevosía. En enero de 2019 acribilló a balazos a Raúl Gales en la vivienda que compartían en el barrio Tabladas.
El Tribunal Oral Penal de Santo Tomé condenó a Karina Cabral (32) a prisión perpetua por el asesinato de su marido Raúl Gales (42), en un hecho ocurrido en enero de 2019.
La mujer que era funcionaria policial fue hallada culpable del delito de homicidio agravado por la relación de pareja y alevosía por el Tribunal, que estuvo compuesto por los magistrados Dr. Francisco Ramos, Dra. Alejandra Petrucci y el Dr. Rodrigo López Lecube.
De esta manera, el cuerpo tribunalicio hizo lugar al pedido de la querella y rechazó en forma completa todos los planteos de la defensa, que intentó en la última audiencia convencer a los jueces de que Cabral le disparó a su esposo en un acto de defensa.
En la última audiencia la acusada decidió declarar. El abogado querellante Dr. José Pablo Ordenavia sostuvo que “la acusada terminó por cambiar en parte lo que había declarado anteriormente”, ya que “originalmente, en la etapa de instrucción, Cabral habría manifestado que se le escaparon los disparos, y en esta oportunidad afirmó que disparó para repeler una agresión”.
El homicidio sucedió el 20 de enero del 2019. Los vecinos fueron quienes alertaron a la policía de lo sucedido al escuchar los gritos y las detonaciones procedentes de la casa de la pareja, situada en Navajas al 1200 del barrio Tabladas, a unos 400 kilómetros de la capital provincial.
Al llegar al lugar, los agentes encontraron en la vereda del domicilio, frente a la entrada del garaje, a Gales tendido en el suelo con ocho impactos de bala, entre ellos, en la cabeza, el pecho y los brazos.
De acuerdo con las pericias, los primeros disparos se efectuaron en la habitación de la pareja. El prefecto corrió hasta el auto y cayó desplomado en el garaje.
Era ayudante de segunda de la Prefectura Naval Argentina (PNA), divorciado, con dos hijas. Ella, diez años menor, era cabo primero de la Policía de Corrientes. Tuvieron una nena y la convivencia se fue tornando difícil, sobre todo en los últimos meses. Según los vecinos, la mujer era “celosa y posesiva”.
Se enojaba cada vez que el hombre quería ver a sus otras hijas, hoy de 10 y 15 años. Cuando la detuvieron, la suboficial estaba en shock, con su hija de 3 años llorando, quien luego del crimen fue entregada a su abuela materna. Incautaron su arma reglamentaria con la que había efectuado los disparos.
Miércoles, 30 de junio de 2021
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