El Partido Comunista de Corrientes repudia los dichos del gobernador, Gustavo Valdés, quien afirmó en tono acusatorio que el Gobierno nacional “nos está llevando al comunismo” por su política internacional. En la visión geopolítica de Valdés, Argentina debe abandonar cualquier acercamiento con China o Cuba para proveerse de más vacunas contra el Covid-19, y volver a las relaciones carnales con Estados Unidos y someterse a las exigencias de Pfizer, laboratorio que además no cumplió con sus entregas pactadas con ningún país del mundo, explica un comunicado de esa agrupación.

En primer lugar, y como integrantes del Frente de Todos, le llevamos tranquilidad al gobernador aclarándole que las intenciones de Alberto Fernández lejos están de instaurar un modelo comunista en Argentina. El objetivo del presidente es más modesto, ordenar la macroeconomía argentina gravemente afectada, entre otras cosas, por el megaendeudamiento que produjo el Gobierno de Mauricio Macri. Como también, recomponer en algo el poder adquisitivo de las y los trabajadores que fueron pulverizado por la Administración de Cambiemos que Valdés apoyó entusiastamente.

En segundo lugar le sugerimos al gobernador se quite los dogmatismos, y haga un análisis concreto de la realidad concreta de su pueblo y de la Historia, o que la estudie por lo menos.

En la 2da Guerra Mundial fueron las y los comunistas de la URSS quienes, primero resistieron la invasión nazi en su territorio y luego ingresaron a Alemania con el Ejército Rojo al frente para terminar con el régimen de Adolf Hitler y poner punto final al capítulo más negro de la historia de la humanidad. Como ayer, hoy son los países gobernados por los Partidos Comunistas los que están haciendo un aporte fundamental para superar la peor pandemia de los últimos 100 años.

De las 15.373.890 dosis recibidas por Argentina, 4.000.000 corresponden a la vacuna Sinopharm producida en la República Popular de China y 8.115.745 corresponden a la Sputnik V fabricada en el Instituto Gamaleya, una de las proezas más importantes de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) que heredó la Federación Rusa.

A esto hay que sumarle que Argentina avanza en un acuerdo con Cuba para recibir dosis de la Soberana II y la Abdala, dos vacunas producidas en la pequeña isla gobernada también por el Partido Comunista. Para información de Valdés, Cuba es el único país latinoamericano que produce vacunas propias con las cuales llegará a la inmunidad de su población en agosto, fecha en la cual Valdés solo podrá juntar votos para poder seguir en el cargo.

Lejos de la carga discriminatoria que le da Valdés a la palabra "comunismo", nuestra identidad sería útil para nuestro pueblo si el gobernador estudiara los logros sanitarios de los países gobernados por las y los comunistas. Tal vez así Corrientes no tenga los inhumanos índices de mortalidad infantil que posee, o los hospitales del interior provincial puedan, por lo menos, auxiliar a un enfermo de Covid o atender un parto como corresponde.

O bien, Valdés puede empezar a cumplir la Constitución provincial que fue escrita, entre otros y otras, por las y los comunistas correntinos, a través de Sonia López, quien fuera convencional constituyente en el 2007. Gracias a ese aporte, y con el acompañamiento de varios bloques, se declaró: que los recursos naturales de Corrientes son de dominio originario del Estado Provincial (artículo 58); que los Esteros del Ibera son patrimonio estratégico de Corrientes (artículo 66); que el agua es un bien social esencial para la vida (artículo 59); y que la tierra es un instrumento de producción, evitando la especulación, el desarraigo y la conformación de latifundios improductivos (artículo 63).

Miércoles, 2 de junio de 2021