PROBLEMA HABITUAL
Cómo calmar los cólicos: qué son, cuánto duran y qué hacer
Son parte de su crecimiento y común en el primer año. Los cólicos provocan una gran molestia al bebé, que la expresa con un llanto agudo, repentino y espontáneo. También desespera a sus papás quienes, primerizos o no, temen que algo no esté bien.
Los controles médicos indican que está creciendo sano y sin síntomas para preocuparse. Pero el malestar continúa, el bebé no se tranquiliza y la situación se repite varias veces a la semana: puede llorar hasta tres horas por día -en distintos momentos, más aún por la noche- sin causa aparente.
Para los pediatras, sin embargo, es un signo casi inequívoco de una afección que se conoce como cólico del lactante, una dolencia que según diversos estudios padece el 40% de los bebés. Cómo calmar los cólicos: qué son, cuánto duran y qué hacer.
Cómo calmar los cólicos El cólico del lactante -o cólico del bebé- suele empezar en la tercera semana de vida y desaparece cerca de los cuatro meses. Aunque a veces se alarga un tiempo más.
“El origen de este molesto síntoma no está bien determinado, pero se presume que depende de la maduración del sistema digestivo del bebé, trastornos en el tránsito intestinal y la presencia adicional de gases. Algunos estudios, además, le adicionan el temperamento de cada bebé”, indica el pediatra Mauricio Eskinazi, presidente de Entidades Médicas Colegiadas (CONFEMECO).
Qué hacer para calmar los cólicos El doctor Eskinazi asegura que el mejor tratamiento de los cólicos del lactante muchas veces se encuentra en la prevención. Estas son las medidas que sugiere el especialista para evitar las molestias:
El amamantamiento debe ser de dedicación plena al bebé. Es decir, realizarlo en un ambiente agradable, sin estímulos lumínicos ni sonoros (apenas una suave música) y sin familiares alrededor que perturben ese momento de amoroso contacto madre-hija/o. Trabajar para calmar la voracidad inicial y que mame de manera suave y rítmica. Puede ayudar mucho hablarle o cantarle. No estirar la mamada por más de 10 o 15 minutos en cada pecho, ya que luego el bebé estará cansado y sólo tragará aire, que es lo que ocasiona los gases y cólicos más molestos. Si el bebé se alimenta con biberón, procurar que la tetina esté siempre llena de leche para que no ingrese aire. Luego de alimentarlo, hacer eructar siempre al bebé. Si pese a todas estas precauciones el bebé continúa con cólicos del lactante, para calmarlo se recomienda buscar un ambiente tranquilo, silencioso y con una suave penumbra para intentar relajarse y no transmitirle ansiedad.
Allí, colocarlo en el regazo -boca abajo sobre las piernas- y hacerle mimos en su espalda. También se le pueden flexionar las piernitas hacia arriba mientras se le realizan suaves masajes sobre el abdomen para facilitar la expulsión de los gases.
El doctor descarta, además, “cualquier sugerencia de remedio casero como tés de hierbas o medicación antiespasmódica, ya que puede provocar graves consecuencias en la salud del bebé”.
Por último, es importante saber que, si bien los cólicos del bebé son frecuentes y benignos, se debe compartir la información de los síntomas con el pediatra, no solo para tranquilidad de los padres, sino también para que el médico indague sobre signos adicionales que le permitirán descartar otra patología.
Viernes, 28 de mayo de 2021
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