_Doctor Ariel Esmay. Desde siempre la memoria ha significado un enigma y un apasionante campo de reflexión para los hombres, desde Aristóteles hasta nuestra época la memoria sigue siendo objeto de estudio de pensadores, filósofos, científicos y escritores_

Por mucho tiempo se creyó desde la medicina que la memoria residía en alguna parte específica del cerebro. Los últimos estudios realizados por las neurociencias revelan que cuando una persona “recuerda” se encienden múltiples neuronas y redes neuronales en todo el cerebro sumado a una lluvia de neuroquímicos que alimentan a estas neuronas. Es decir, los recuerdos no se guardan empaquetados en algún “cajón” de nuestro cerebro, sino que los recuerdos se forman cada vez que los traemos a la mente o vienen sin llamarlos. Es esta particularidad, de que los recuerdos tienen que ser creados cada vez que devienen a nuestro plano consciente, que un recuerdo puede variar a lo largo del tiempo en como lo recordamos y más aún como lo contamos.

El 7 de junio de 1942 en la tapa del Diario La Nación figuraban noticias sobre los combates en Europa de la segunda guerra mundial. Sin embargo, ese domingo en la sección de artes y letras Borges publicaría por primera vez su cuento “Funes el memorioso”. Este es el relato sobre la vida de Ireneo Funes un peón de Fray Bentos quien tras caer de su caballo y golpear su cabeza recobra el conocimiento con la increíble facultad de recordar absolutamente todo. Escribe Borges sobre Funes “nosotros de un vistazo percibimos tres copas en una mesa, Funes todos los vástagos, racimos y frutos que comprende una parra. Sabia las formas de las nubes australes del amanecer del 30 de abril de 1882 y podía compararlas en le recuerdo con las vetas de un libro en pasta española que solo había mirado una vez y con las líneas de la espuma que un remo levanto en el Rio Negro la víspera de la acción del quebracho”. Podemos deducir que este talento de Funes poco a poco fue convirtiéndose en una maldición, pues el hecho de recordar cada detalle de objetos y acciones insignificante no le permitía enfocarse en los hechos importantes. Hasta conciliar el sueño, único momento en que descansaba, se estaba volviendo tarea difícil de realizar y el insomnio lo angustiaba ya hasta la locura.

Es para evitar la maldición de Funes que nuestro cerebro cuenta con un equilibrio, fruto de miles de años de evolución, entre recuerdos y olvidos. Son aquellos recuerdos que, acompañados de contenido emocional como el dolor, la alegría, tristeza, la pena, el júbilo, etc., los que perduran por más tiempo en nuestras vidas.

Pero hoy pareciera que cierta parte del sistema en el que nos toca vivir, requiere para su perpetuación que las personas prescindamos casi de todos nuestros recuerdos como comunidad y vivamos en un presente absoluto. Me referiré a dos ejemplos concretos para que explayarme a lo que me refiero.

Hace pocos días el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta se negó a adherir al decreto presidencial que suspendía las clases presenciales para pasar a la modalidad de enseñanza virtual por 15 días y así tratar de descender la curva de contagios de covid 19 en esta segunda ola que ya satura el sistema de salud público y privado del AMBA, mientras se evita más muerte entre los docentes porteños las cuales ya se cuentan en decenas. Sin embargo, para los medios hegemónicos el jefe de gobierno porteño es ahora un paladín de la defensa de la educación. Esa forma de “vender” la realidad es solo posible si olvidamos que durante la gestión del Pro en la ciudad de Bs As se cerraron colegios de educación superior, se sub ejecuto el presupuesto de educación, y fue un fallo judicial el que le ordeno al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta que garantice las vacantes en la educación pública.

El otro ejemplo que quiero citar es la manera en que fuimos viendo desde diciembre del año pasado como fueron llegando en aviones de Aerolíneas Argentinas las tan ansiadas vacunas provenientes de varias partes del mundo. Sin embargo, hoy poco se recuerda la lucha que tuvo que pasar nuestra aerolínea de bandera cuando fue privatizada en el gobierno neoliberal de Carlos Menen para evitar el desguace de la misma. La marcha de sus trabajadores en la crisis del año 2000 y 2001. Para luego en el 2008 bajo la presidencia de Cristina Fernández se declarará a Aerolíneas Argentinas de utilidad pública bajo la ley 26.466, esto posibilito que se la volviera a estatizar. El estado argentino volvió a invertir y se renovó la flota de aviones de cabotaje y los de viajes internacionales. Se construyó el gigantesco hangar 5 y se creó el centro de entrenamientos de pilotos más moderno de Latinoamérica (cefepra). Pero durante la presidencia de Mauricio Macri los cielos se tornaron nuevamente grises para Aerolíneas. La compañía volvió a ser desfinanciada, se le quitaron rutas comerciales para regalárselas a empresas amigas y una vez más fue la lucha de sus trabajadores la que hizo que nuestra línea de bandera resistiera. Se imaginan, cuando todo el tráfico aéreo internacional estuvo paralizado al comienzo de la pandemia, lo que le hubiera costado al gobierno argentino contar con aviones para primero repatriar a muchos argentinos que se encontraban en el exterior, y luego volar al otro lado del mundo a traer vacunas.

Así como recordar todo pudo haber significado la maldición para Funes el memorioso. No recordar nuestra historia, incluso reciente, puede ser nuestra maldición como pueblo Argentino.



Dr. Ariel Esmay

Lunes, 3 de mayo de 2021