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Niebla mental, el síntoma que afecta a pacientes recuperados de coronavirus
Luego de los miles de casos de infectados con coronavirus, los médicos de todo el mundo comenzaron a notar una serie de efectos que permanecían en algunos pacientes, incluso tras haberse recuperado del Covid-19.
Se trata de síntomas neurológicos inusuales, que incluyen fatiga, pérdida de memoria y confusión, entre otros.
Es probable que parte del daño sea un efecto secundario de tratamientos intensivos como la intubación, mientras que otros problemas persistentes podrían ser causados por el propio virus. Pero los estudios preliminares y la investigación existente sobre otros coronavirus sugieren que el virus puede dañar múltiples órganos y causar algunos síntomas inesperados.
Conocida por los profesionales como "niebla mental" o "cerebro Covid", se trata de síntomas cognitivos entre los que pueden estar la pérdida de memoria, la confusión, dificultad para concentrarse, mareos o dificultad para entender palabras cotidianas.
En pocas palabras, no es una enfermedad, sino un conjunto de síntomas cognitivos. Lo que predomina es la falta de concentración, la desatención y las progresivas fallas en la capacidad de memorizar.
Cada vez hay más sobrevivientes de coronavirus que afirman que eso perjudica su capacidad para trabajar y vivir con normalidad.
Esta secuela se suele presentar con algunos síntomas como dificultades para concentrarse, comprender y encontrar palabras de uso cotidiano, pérdida de memoria, desorientación y confusión. Lo crucial de la “niebla mental”, es que afecta todas las áreas de desarrollo de la persona, lo cual se torna como limitante al momento de estudiar, trabajar y continuar viviendo con “normalidad”, luego de la recuperación por coronavirus.
Pese a no haber una causa clara y comprobable de esta “niebla mental” surgen ciertos interrogantes: ¿Qué se puede hacer para proteger el cerebro frente a esto? ¿Qué recomendaciones existen para recuperar la funcionalidad cognitiva?
Resulta clave evaluar el cuadro de forma integral junto con un profesional para poder identificar estas dificultades. Es importante poder sacar a la luz aquellos puntos más débiles, ya que con el acompañamiento adecuado es posible rehabilitarlos, compensarlos, restituirlos u optimizarlos.
Una vez definido el cuadro, y en el caso de que se considere pertinente, se puede comenzar un proceso interdisciplinario de rehabilitación, incluyendo actividades que pueden ayudar a reducir el impacto de los síntomas cognitivos.
“Quienes sufren de neblina mental dicen que es como mirar los pensamientos a través de un vidrio empañado. El bajo rendimiento mental genera un alto nivel de angustia: los afectados funcionan a medias, en un mundo cada vez más exigente y acelerado. Esto suele generar círculos viciosos, al no poder rendir según lo esperado”, describió A. Rossi, directora del Magíster en Neurociencia de la Universidad Diego Portales de Chile.
Miércoles, 21 de abril de 2021
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