José Gabriel Brochero nacido el 16 de marzo del año 1840 en la provincia de Córdoba, dedicó su vida a la religión. El Padre Brochero se destacó en el año 1867 socorriendo a los enfermos y moribundos que había provocado la epidemia de cólera, un terrible período que dejó un total de 4000 muertos.

En su vejez, el Padre Brochero sufrió de lepra, enfermedad que contrajo por ayudar a muchos enfermos con los que inclusive compartía el mate. Se quedó ciego y sordo, algo que no le impidió seguir trabajando. Sus últimas palabras fueron antes de morir fueron: “Ahora tengo ya los aparejos listos pa’l viaje”.
Hoy al cumplirse un aniversario más de su natalicio, destaco la figura de una persona que fue más que un sacerdote y supo conjugar las necesidades espirituales de la población con ese empuje que lo llevó a concretar un sinnúmero de obras en beneficio de la gente, que aún perduran. La historia de las curas milagrosas de un nene de 11 años y una niña de 8 que lo condujeron a la Santificación.
Alguien alguna vez dijo que Brochero se había puesto “la Patria al hombro”. La enumeración siempre será incompleta. Porque fundó escuelas rurales, casas parroquiales y una casa de los misioneros, transformando la región. Hizo caminos, llevó agua al pueblo, hizo instalar al correo. Se preocupó por el desarrollo de la tierra donde llevó adelante su acción evangelizadora.
Entre las obras más relevantes llevadas a cabo por el Cura Gaucho, es importante resaltar la construcción de las iglesias de San Vicente, la de Las Rosas, la de Ciénega de Allende; recuperó la antigua iglesia de Nono, levantó el Colegio para Niñas, y su última obra fue la construcción de la parroquia de Panaholma, todas ellas en la provincia de Córdoba.
Fue una figura muy presente en la comunidad, un hombre que trascendió las fronteras de la fé católica, que supo conquistar el corazón de su gente. Amante de los asados, era común que mediase en conflictos entre paisanos. Manejaba el mismo lenguaje de los gauchos, hacía un uso preciso de refranes y sabía contar historias, que las matizaba con anécdotas. Algunos curas no estaban de acuerdo con las expresiones vulgares y hasta con el uso de malas palabras que empleaba para acercarse a la gente de esta manera lo entendieran.
El 26 de enero del año 1914 fallece el sacerdote católico San José Gabriel del Rosario Brochero, conocido como “El Cura Gaucho” por su trabajo con los más necesitados, se convirtió en un “salvador” para muchos creyentes, y hasta nuestros días sus fieles devotos le brindan su merecido homenaje con honda devoción.
Cabe señalar que el 16 de octubre del año 2016 fue Santificado nada más ni nada menos que por el Papa Francisco, fue precisamente otro compatriota quién llevó a cabo la ceremonia de su Santificación.
La recuperación milagrosa de dos personas que estuvieron al borde de la muerte y fueron salvadas luego de rezarle al “cura gaucho”, hicieron que los procesos para santificarlo comiencen. Brochero fue declarado venerable por el papa Juan Pablo II en el año 2004 y finalmente canonizado el 16 de octubre del año 2016, en una celebración presidida por el propio Francisco.

Escribe: Dr. Mario Quiroz, abogado y licenciado en Ciencias Políticas.

Martes, 16 de marzo de 2021