En Corrientes está vigente desde septiembre del 2010 la Ley provincial N° 6.003, que obliga a los negocios de venta de ropa a tener en stock todos los talles. Sin embargo, de acuerdo a un relevamiento de la ONG AnyBody, solo cuatro locales cumplen con las imposiciones de la norma.

La venta de ropa está normada por una ley sancionada en el 2010. Aunque estipula multas y posibles clausuras, no se generalizó su cumplimiento, pero tampoco hay reclamos.
El desafío de vestirse: solo cuatro locales cumplen con la ley provincial de talles


Según el relevamiento, los locales con todos los talles venden ropa informal y solo uno comercializa, también, prendas de interior y trajes de baño.

La ley provincial de talles establece, específicamente, que todos los comercios de prendas de vestir deben tener en sus negocios todas las medidas. Esta ley incluye indumentaria formal, informal, deportiva y hasta calzado.

Según la normativa, los comerciantes que no cumplan con lo estipulado pueden recibir multas o hasta la clausura de sus negocios. Estas medidas, así como el control de stock de todos los talles y su correcta marcación, deberían llevarse a cabo desde la Dirección de Comercio, dependiente del Ministerio de Producción, Trabajo y Turismo, a través de la cual se aplica la ley.


Pero fuentes del organismo afirmaron que no han recibido denuncias en sus oficinas.

Juan José Ahmar, subsecretario de Comercio, comentó que los consumidores no presentan quejas sobre el tema. Hasta el momento, tampoco se aplicaron multas siguiendo los artículos de la Ley N° 6.003. “Lo que se aplica es la Ley de Defensa al Consumidor en su artículo 8 bis, referido a la falta de trato digno, en el caso de que haya algún tipo de queja”, dijo a El Litoral.

Desconocimiento

Melissa Echeverría, activista en defensa de la ley de talles, consideró que el hecho de no recibir reclamos y el desconocimiento acerca de la existencia de la ley contribuye a que la situación no varíe. También apuntó a la existencia de tiendas de talles especiales, entendiéndolos como un paliativo a la hora de comprar ropa.

“El gran problema es que ni siquiera los perjudicados por la falta de talles lo vemos mal. Nos enseñaron que nosotros somos los que estamos mal y que deberíamos adaptarnos a lo que todo un sistema dice, nos enseñaron que el maltrato y las miradas despectivas a la hora de ir a comprar son normales”, dijo a El Litoral.

De acuerdo con la ONG AnyBody Argentina, actor clave en la promoción de la ley nacional de talles, “muchas empresas alegan problemas económicos para cumplir con la ley”.


“Sus argumentos -indicaron- plantean que les resulta más caro fabricar talles grandes, que se desvirtúan sus diseños, que no hay en el país una moldería para esas proporciones”, manteniéndose en la producción de talles únicos o pequeños.

Sin embargo, las marcas que confeccionan talles grandes explican que los problemas económicos no son reales y que unos pocos centímetros de tela no tienen incidencia.

La ONG, cuyo lema es “el talle único no es el único talle”, realizó un Directorio de Marcas de Indumentaria para reconocer a aquellas firmas nacionales, showrooms, emprendimientos y empresas locales que ofrecen un rango amplio de talles y que apoyan la diversidad.

Y señalaron que en Corrientes solo cuatro negocios cumplen con lo necesario para estar en este relevamiento, sin gran variedad.


Si bien no existen datos sistematizados a nivel provincial, desde AnyBody Argentina se estima -en base a su última encuesta anual del 2020 realizada sobre 8.000 participantes- que 80 % de las personas encuentra siempre prendas de talle único y un 65 % dijo tener problemas para encontrar ropa de su talle.

Así también, el 45 % de las personas siente tristeza a la hora de no encontrar ropa adecuada y eso le lleva a cuestionarse su cuerpo, haciendo que se convierta en un problema que repercute en la salud mental y emocional, y que en algunos casos puede derivar en patologías graves como trastornos alimenticios.

A más de 10 años de sancionada y reglamentada la ley, no solo el cumplimiento es prácticamente nulo, sino que tampoco existen campañas de concientización y acción para que se la conozca, sus alcances, sus penalizaciones y, sobre todo, cómo realizar denuncias frente a la falta de talles o el trato deshumanizante en situaciones donde se vulnera un derecho fundamental como lo es vestirse.

La ley nacional sigue sin implementarse

Mientras que Corrientes cuenta con esta ley desde hace más de 10 años, recién en noviembre de 2019 se sancionó una norma nacional referida al dilema de los talles, aunque aún no está implementada. Establece un sistema único de identificación de medidas corporales estandarizadas para la fabricación, confección, comercialización o importación de indumentaria, y es el resultado de una lucha de asociaciones de consumidores, activistas y organizaciones frente a las dificultades de las personas de todas las edades al momento de encontrar ropa ajustada a sus medidas.


Para salir de la indeterminación de los talles únicos y los etiquetados confusos, se determina un “Sistema único normalizado de identificación de talles de indumentaria” (Suniti), que consiste en una tabla basada en el estudio antropométrico que desde 2014 lleva adelante el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti).

Este relevamiento de medidas y proporciones de ciudadanos para conocer el porcentaje de personas dentro de un determinado rango de talles, tiene por meta medir los cuerpos de unas 15 mil personas, de 12 a 65 años, y hasta el momento se completó en un 55 %. En Corrientes, la primera provincia del NEA en implementar el “censo corporal”, 922 personas pasaron por el escáner 3D, un dispositivo que toma las medidas corporales de forma rápida y precisa. Estaba previsto que el estudio terminara de realizarse durante el año pasado, ya que resulta clave para la implementación de la ley. Sin embargo, se vio obstaculizado por la cuarentena obligatoria.

Miércoles, 17 de febrero de 2021