SIGUE LA ESPECULACION
En el 2020 los sojeros se quedaron con más de u$s 9.000 millones sin liquidar
En un año de crisis global, donde los Estados requirieron de cada centavo de sus arcas para apuntalar la pérdida de ingresos de los hogares de menores ingresos, un concentrado grupo de la economía argentina se dedicó a especular. El complejo sojero, manejado por un puñado de empresas en su mayoría trasnacionales, retaceó, concentró y desvió la liquidación de las divisas de sus ventas ya realizadas para forzar una devaluación que amplifique sus ya exorbitantes ganancias.
El año pasado precio de la oleaginosa recuperó los máximos de más de un lustro atrás (en torno a los 480 dólares la tonelada), el lobby del sector les aseguró una disminución de las retenciones y el Gobierno les otorgó además créditos a tasa subsidiada. Sin embargo, el complejo finalizó el 2020 reteniendo 9.216 millones (período enero-noviembre) que el Estado podría haber utilizado para apuntalar las reservas. La caída de reservas este año fue de 5603 millones de dólares.
El primer tractorazo a los dos meses de iniciada un nuevo gobierno fue el preludio de un año en que un sector del agro se enfocó en especular. Con precios en alza y baja de retenciones, el complejo sojero aprovechó para acelerar sus ventas pero retuvo los dólares sin liquidar. La diferencia entre las exportaciones y la liquidación de divisas obedece a la cancelación de deuda por anticipos y prefinanciaciones de exportaciones. La brecha temporal es la más alta desde que se tenga registro.
Según datos del Ministerio de Agricultura, los productores llevaban vendido 44,1 millones de tonadas (según los registros hasta el 16 de diciembre). Este volumen equivale al 75,5% de la cosecha 2019/20 (49 millones), por debajo del 79,7% (de la producción 2018/19) registrado a igual fecha de 2019, ya sea con precio fijado o pendiente. "La diferencia de 4,2 puntos porcentuales aplicados a la cosecha 2019/20 implica un retraso de 2,1 millones de toneladas con relación a la campaña previa", explica un informe del Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (GERES) .
Violín en silo bolsa No obstante, la soja efectivamente entregada sería menor, debido a que las ventas declaradas con precio fijado ascienden al 64,8% de la cosecha, cifra inferior a la del año pasado (73,2%), mientras que la soja vendida que mantiene el precio a fijar representa el 10,7% de la producción (6,5% en 2019). "Esta última modalidad implica que existe el compromiso de entrega sin haberse pactado la cotización", aclara el informe. Esto permite al productor aprovechar la actual coyuntura de precios en alza.
Suponiendo que toda la soja vendida con precio pendiente a fijar (existe el compromiso de entrega) aún está en poder de los productores, estos mantenían 17,3 millones de toneladas (sin vender + precio a fijar), por un monto equivalente a 9.216 millones. "El retraso en el ritmo de ventas, esto es, las menores ventas como porcentaje de la cosecha en comparación con la campaña previa, equivale a 4,2 millones de toneladas y no las 17,3 millones que aún guardarían en total los productores, probablemente aquellos de mayor tamaño", detalla el informe.
El ritmo de utilización de la soja (exportación de poroto + molienda) alcanzó al 64,6% de la oferta (cosecha más importaciones) en el período abril-noviembre de 2020, 4,1 puntos porcentuales por debajo del promedio de los últimos cinco años. Esta diferencia equivale a 2,2 millones de toneladas de soja y a 738 millones de dólares, valuada al precio de exportación promedio del poroto en dicho período (342 dólares/tonelada). "Indudablemente, el paro de los trabajadores aceiteros iniciado en diciembre habrá ampliado aún más la diferencia con años anteriores", destaca el GERES.
En el acumulado enero-noviembre, la liquidación de divisas relativa a las ventas externas del complejo oleaginoso-cerealero fue significativamente menor que en los últimos años. La diferencia en el porcentaje liquidado equivale a 3.388 millones de dólares. El bajo ratio de liquidación frente a nivel de ventas les equivalió a varios productores quedar excluidos de los programas de financiamiento a tasa subsidiada.
El relevamiento considera que "se perdió un ingreso de divisas de 4.126 millones de dólares en el período enero-noviembre, en comparación con el ritmo de ventas y de liquidación de divisas del promedio de los últimos años". Esta cifra equivale a 3.388 millones de dólares por menor liquidación de divisas (referidas a las ventas externas realizadas) y 738 millones por menor exportación de poroto y molienda en el actual año comercial.
Esta menor liquidación no sólo afecto la oferta de divisas en el mercado oficial de cambios sino que resintió la recaudación. Los ingresos correspondientes a Derechos de Exportación alcanzaron en noviembre los 40.259,5 millones de pesos, con una caída nominal del 25,1% con respecto al mismo mes del año pasado. "Este comportamiento se explica por la comparación con noviembre de 2019 cuando se verificó un adelanto significativo de pagos por parte del sector agroexportador", reconoció la AFIP.
Lunes, 4 de enero de 2021
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