ENCARA SU SEGUNDO AÑO EN LA SENDA DE RECUPERAR AL PAÍS
Fernández cumple un año de un gobierno que estuvo condicionado por la pandemia
El presidente Alberto Fernández cumple hoy un año al frente del Ejecutivo Nacional, una gestión que se inició con las metas de sacar al país de la recesión, reducir la inflación y dar respuesta a la problemática social, potenciando el rol regulador del Estado pero que a menos de tres meses de asumido debió sumar rápidamente otras prioridades para hacer frente a la peor pandemia de la historia mundial reciente.
En su mensaje inaugural, Fernández marcó a trazo grueso los ejes de su gestión: crecimiento económico con inclusión social, resolver el peso de la deuda externa contraída por la gestión de Cambiemos, sin postergar el desarrollo y la sustentabilidad social del país, pero también delineó cambios institucionales, como la reforma integral del sistema de Justicia, entre otras.
“Vamos a restituir el Ministerio de Salud, basado en la calidad y el acceso”, degradado a Secretaría durante la gestión macrista, sostuvo también el Presidente en ese primer discurso, una medida efectivizada a poco andar y más que oportuna frente a la pandemia mundial de coronavirus que llegaría al país sólo 90 días después.
Con el foco puesto en millones de argentinos que no tenían garantizado el acceso regular a los alimentos, en el primer mes de gestión, el Gobierno ya había puesto en marcha el Plan Nacional Argentina contra el Hambre, que engloba medidas que van más allá de la alimentación y contribuyen también a combatir la pobreza, encender la economía, reactivar el consumo y generar empleo en los segmentos más vulnerables.
A eso se sumaron los congelamientos en tarifas de transporte, luz y gas; los bonos a jubilados y a titulares de AUH, el aumento a privados por decreto; los cambios en el IVA de los alimentos y la implementación de la tarjeta alimentaria.
También impuso la doble indemnización para despidos sin causa, medicamentos gratis para jubilados y el relanzamiento del programa Precios Cuidados, entre otras medidas.
Además se fijó el retorno a un Estado presente con el restablecimiento de las carteras de Ciencia y Tecnología, Trabajo y Cultura y con la creación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad.
La cuestión Malvinas y los derechos humanos, dos temas que habían sido centrales para las administraciones kirchneristas, luego corridas por la gestión Cambiemos, volvieron a ubicarse en el centro de la agenda gubernamental.
En otro orden, la cuestionada central de inteligencia AFI fue intervenida y eliminados sus gastos reservados, sospechados de ir a parar a espías de políticos y periodistas.
CORONAVIRUS Y ECONOMÍA
En marzo, la llegada de la pandemia, que sumergió al mundo en la recesión económica y al consecuente crecimiento del desempleo y la pobreza, obligó al Gobierno a reorientar rápidamente su hoja de ruta inicial, para diseñar y poner en marcha un plan de contingencia para evitar la propagación de la covid-19 y contener sus consecuencias económicas y sociales en el país, medidas que alcanzaron en julio la aprobación del 80% de los argentinos y que obtuvieron la valoración internacional.
Por instrucción presidencial, el ministro de Salud, Ginés González García, armó un Comité de científicos epidemiológicos e infectólogos que diseñó un plan integral para estudiar la propagación del virus y las formas de tratar de contenerlo.
El plan fue en dos direcciones: por un lado, hubo que reforzar la deteriorada estructura sanitaria del país, con la puesta en funcionamiento de más de una decena de hospitales públicos, habilitar más camas para internaciones y más personal e insumos: y la otra cara fue el necesario aislamiento social, preventivo y obligatorio, que frenó la actividad económica.
Ante la paralización de la actividad productiva, ya golpeada por la crisis heredada, el Gobierno elaboró desde el inicio de la pandemia un abanico de medidas que le inyectó a la economía aproximadamente un 6% del PBI, con medidas destinadas a los monotributistas, los jubilados, los comercios, Pymes y grandes empresas privadas.
Buscó sostener la economía a través de créditos a tasas subsidiadas para Pymes, el programa de Asistencia al Trabajo y a la Producción (ATP), la reactivación de la obra pública, con, por ejemplo, el relanzamiento del Procrear y reforzó la atención a los sectores más vulnerables con una amplia red de contención social, con medidas como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y el refuerzo de asistencia estatal a comedores y merenderos y programas de promoción laboral, como el Potenciar Trabajo.
En ese escenario, el Gobierno encaraba uno de los capítulos más difíciles de la agenda económica que tenía apenas asumió: reestructurar una mochila de deuda con los acreedores privados por casi US$65.000 millones.
Tras una dura y extensa negociación timoneada por el ministro de Economía, Martín Guzmán, Argentina logró en agosto cerrar con éxito su oferta de reestructuración de deuda por cerca 63.500 millones de dólares, en la que obtuvo un nivel de adhesión del 99%, con lo que no quedaron holdouts como sucedió en 2005, y que contó con el apoyo del FMI.
Oposición planteó críticas
Juntos por el Cambio difundió su balance del primer año de la gestión de Alberto Fernández, sobre la cual planteó varias críticas, entre ellas una “clara ausencia de un plan de gobierno”, “falsas promesas”, una “prolongación indefinida de la cuarentena con resultados desastrosos”, “avasallamiento de las instituciones” y “desincentivos para la inversión”.
“Así como al inicio del mandato apoyamos la renegociación de la deuda, entendiendo que la oposición es igualmente responsable de defender los intereses de los argentinos, hoy alertamos sobre una serie de retrocesos evidentes para el país”, indicó el comunicado emitido por el frente opositor.
Sostienen que “el balance arroja la clara ausencia de un plan de gobierno” y en el primer tramo del escrito se hizo hincapié en lo que considera los errores del Gobierno para manejar la pandemia de coronavirus. “Los argentinos no esperábamos la pandemia” indicó que la covid-19 “no justifica situaciones de vulneración de derechos, que separaron a familias durante meses, impidieron despedir a seres queridos o privaron de atención médica a muchas personas”.s
La inminente llegada al país de la vacuna, le permitió al Ejecutivo volver a enfocarse en sus promesas de campaña.
Jueves, 10 de diciembre de 2020
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