A TENER EN CUENTA
Qué no deberías decirle jamás a alguien que padece una depresión
En muchas ocasiones solemos aconsejar a nuestros allegados, familiares o amigos sobre cómo actuar, qué hacer o qué pensar cuando se encuentran tristes o decaídos. A nadie le gusta ver a quién queremos desolado y cabizbajo. De hecho, es poco agradable estar cerca de alguien melancólico que siempre transmite tristeza, desánimo o apatía. Por eso, con la mejor de nuestras intenciones, decidimos darles nuestro punto de vista y lo que nosotros consideramos nuestras mejores recomendaciones, pero no siempre son las más adecuadas.
A continuación enumeramos cinco frases que suelen ser pronunciadas para animar a aquellos que están tristes o deprimidos, pero que no son del todo adecuadas.
“Entiendo lo que estás pasando, porque a mí me paso incluso peor” ayuda a personas depresivasEl primer objetivo, cuando queremos intentar ayudar a alguien con depresión, es permitirle que se desahogue, pues esto ya es un gran paso. Cuando uno se encuentra mal, sea porque le ha sucedido algo o porque simplemente se siente así, que otro haya sufrido más no le sirve ni le alivia su dolor. Contarle como nuestro caso fue peor, no permite que la persona hable del porqué de su dolor siendo finalmente la conversación centrada en nuestra historia y no en la suya. Todos hemos sufrido en algún momento de nuestras vidas pero debemos saber que el motivo por el que sufrimos y cómo lo hacemos, los recursos para afrontarlo así como las habilidades propias, son distintos para cada persona.
Por todo ello es preferible decir a la persona que la escuchamos y que vamos a ayudarla a encontrar la manera de resolver lo que le ocurre, comprendiendo el por qué del problema y analizando las posibles soluciones.
“No entiendo por qué estás deprimido, todos tenemos problemas, ¿por qué tu no luchas? La depresión no es algo que se elige ni que se decide padecer como si de algo agradable se tratase. La depresión es un trastorno psicológico que tiene grandes repercusiones en la vida de quien la sufre. El modo de interpretar un problema y la afectación del mismo en cada persona es único. Decir esta frase no genera más que presión y frustración a quien se la dirigimos, porque si de ella dependiera nada más le gustaría que salir de ese estado negativo.
Por contra, participar con ella en la búsqueda de ayuda haciéndole consciente de que tiene un problema y que si no dispone de los recursos necesarios no hay mejor vía que la ayuda profesional, le permitirá no sentirse juzgado y a su vez podrá tener un halo de esperanza en una posible vía de salida de ese estado.
“Mañana seguro que verás las cosas de otra manera y te sentirás mejor” ¿Y si mañana eso no ocurre? Las personas no tenemos la certeza de que mañana será un día mejor y, por supuesto, si el proceso o la forma de actuar de la persona sigue siendo la misma, poco probable será que se encuentre mejor. Por ello, es importante que no hagamos falsas promesas, pues además la persona sabe perfectamente que mañana no será mejor pues no ha existido ningún cambio en su forma de pensar o en su conducta, siendo esta afirmación más bien fuente de frustración.
Es preferible animarla a realizar pequeños planes que pudiesen generarle algo de alegría o aportarle formas de pensamiento alternativas más adaptativas y más positivas para que afronte la situación desde una perspectiva distinta.
“Creo que estás exagerando lo que te ocurre, no es para tanto” Usar empatía con una persona con depresionEstar deprimido no se trata de exagerar o no. Estar deprimido supone concebir el mundo, el pasado, el presente y sobre todo el futuro con una mirada pesimista y desalentadora. Esta forma de interpretar las vivencias, experiencias o las circunstancias desgraciadamente no se escoge, por ello seguimos insistiendo en que no es una elección. Lo que sí es responsabilidad de cada uno dentro del desánimo que le acoge es intentar, aunque sea con una mínima intención, salir de la misma.
En ese momento usar la empatía con la persona, haciéndole sentir que le entiendes, que pensando de la manera que lo hace es normal que se sienta de esa forma, y proponiéndole alternativas de pensamiento, podrán animarle a intentar interpretar la situación de otra manera. Hacerles ver que por lo que pasan es negativo pero superable, le dará ánimos a quien padece este trastorno.
“Tienes que poner de tu parte y estar bien de una vez” Si fuera así de fácil, lo haría. La dificultad es que para esa persona, lo que se le propone, en este instante, con este problema y en este momento, no es factible. El sentimiento de impotencia que le generamos es enorme al decir esta frase, y por supuesto, denota una gran falta de comprensión porque eso sería lo más obvio a hacer, lo que esa persona ya sabe que debe realizar pero no puede porque ni tan siquiera sabe por dónde empezar.
Al igual que en líneas anteriores, recomendamos plantearle la ayuda de realizar psicoterapia. Buscar las ventajas de acudir a la misma y con los beneficios obtenidos podrá abrir una nueva puerta hacia el bienestar.
Viernes, 2 de octubre de 2020
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