PASO DE LOS LIBRES
Tras la sombra de un abuso sexual, procesan a un hombre y a su hijo por el crimen de un peón
Adrián Gastón Fernández, de 43 años, y su hijo Gerónimo Angel Yamil Fernández, de 22, fueron procesados por el brutal crimen de Raúl Anildo Verón (83), un anciano que cuidaba una estancia situada en el paraje Palmar Grande, en la Quinta Sección de Paso de los Libres, ocurrido el pasado 5 de julio.
El juez de Instrucción, Gabriel Aldaz, decidió procesarlos por el delito de “homicidio agravado criminis causa”. Para el magistrado, los elementos de prueba recolectados permiten sospechar de la materialidad del hecho y la responsabilidad penal que les cabe a los imputados; sumado a las declaraciones de testigos.
En cuanto a la figura penal aplicada, el juez Aldaz manifiesta que “ninguna duda alberga en cuanto a la existencia de conexidad entre el designio de matar para sustraer el dinero, de modo que el primer delito, homicidio, fue un medio para la finalidad que resultó ser el otro delito”.
Adrián Fernández cumplía funciones en la chacra, daba de comer a los animales y otras tareas, entre ellas el cuidado de caballos; según testigos, la relación con Verón no era buena, a tal punto que muchas veces no cruzaban ni el saludo. Es importante mencionar que ambos cumplían distintas actividades en la chacra.
En su testimonio sostuvo; “Ese día estábamos tomando y surgió una discusión con Verón por un presunto ataque sexual que él tuvo hacia una de mis hijas de 11 años; después se originó una pelea, ahí mi hijo se metió y terminó las cosas como terminó”. Agregó: “Yo quiero que a mi nena le hagan una Cámara Gesell para que declare, le pido por favor, y el otro pedido es por mi salud, para seguir mi tratamiento psiquiátrico”.
Al respecto de la fuerte denuncia formulada por el imputado, el juez Aldaz, en los fundamentos del procesamiento, señala que “el hecho denunciado por el señor jamás fue probado y no justifica el resultado final provocado por estos a la víctima”.
Por su parte, Gerónimo Fernández prestó declaración y expresó que “fuimos a un kiosco del barrio, compramos cervezas y tipo 22 horas, el señor nos pide que nos retiremos del lugar porque tenía que cerrar; fuimos hasta Rhasa, compramos más bebidas alcohólicas y para no estar dando vueltas en la calle fuimos hasta la chacra donde él trabaja (por su padre). Nos sentamos en el lugar, una vez adentro prendimos la radio y empezamos a tomar, en lo que sale Verón y le pide a mi papá que se retire del lugar, momento en que comienza la discusión. Mi papá le saca el tema de mi hermana y empiezan a discutir. Verón saca un cuchillo y entran a forcejear los dos, fue ahí que me levanto y tiendo a reaccionar y lo empujo a don Verón, que cae en la pieza donde lo encuentran”.
Semanas después, Gerónimo Fernández amplió su declaración: “Quiero hacerme cargo ahora, porque estoy consciente del daño que provoqué, yo me asusté porque Verón tenía un cuchillo, y agarré un palo que había en la chacra y lo comencé a golpear a Verón; cuando cayó al piso seguí golpeándolo”.
En cuanto al dinero desaparecido, Gerónimo Fernández dijo que “la plata que se menciona, nadie la robó, ya que mi padre ese día había cobrado lo que le había pagado Battistel (dueño de la chacra) y eso era lo que usamos. Nadie le tocó el dinero a Verón”.
La defensa de los acusados refuerza esta teoría, argumentando que “el robo a Verón no está probado”.
La autopsia practicada a la víctima precisó que presentaba “politraumatismos, traumatismo de cráneo de carácter gravísimo, siendo que el deceso se produjo por paro cardiorrespiratorio traumático, produciéndose las lesiones con objeto duro, romo y filoso”.
Por otra parte, el informe bioquímico determinó que la muestra de orina de Adrián Fernández (padre), dio positivo para cocaína y negativo para marihuana.
En tanto que el resultado de la muestra de orina a Gerónimo Fernández (hijo), detectó cocaína y marihuana.
Viernes, 18 de septiembre de 2020
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