Continuamente nos avisan de que tenemos que ingerir al menos dos litros al día para estar sanos, pero la sobrehidratación también puede ser mortal

Hace justamente un año, la corredora Johanna Pakenham entró en coma después de beber casi cinco litros de agua. Tenía hiponatremia, una condición causada por beber demasiado líquido, que consigue diluir las sales y minerales en el cuerpo. Desde que se ha recuperado quiere concienciar a la población de los peligros de beber demasiado, lo cual choca con el mensaje habitual de los nutricionistas, que nos aseguran que tenemos que hidratarnos más.

"Hay un video en el que se me puede observar mareada", cuenta la corredora en 'BBC'. "Y eso que estaba haciendo mi quinto maratón. Recuerdo que vi la línea de meta, porque era muy grande, pero no recuerdo nada más hasta que me desperté en el hospital. Se nos dice continuamente que el agua es fundamental y muy importante para nuestra salud, pero, como cualquier otra cosa de la que abusamos, puede acabar siendo mortal", explica.

Deshidratación e hiponatremia
Conocemos de sobra los riesgos de la deshidratación. Puede causar somnolencia, cansancio sin justificación aparente, fatiga, dolores de cabeza, migrañas e incluso trastornos peores. Especialmente a la hora de hacer ejercicio, como le sucedía a Johanna, continuamente nos sugieren que bebamos agua suficiente para reponer sales, especialmente si la actividad física es intensa o si el día es caluroso.

Nos dicen que debemos beber dos litros al día, pero si se superan las cantidades necesarias para la hidratación (siete) podríamos "intoxicarnos"

Pero, ¿cuáles son los síntomas de la hiponatremia? Lo bueno de la falta de hidratación es que el cuerpo es suficientemente inteligente como para saber que algo falla, y entonces nos avisa mediante la sed, ese ansia de beber líquido que es un instinto básico de humanos y animales. Es un mecanismo esencial de regulación del contenido de agua en el cuerpo, pero, ¿cómo saber que hemos bebido demasiado y tenemos que parar?

Nos dicen continuamente que debemos beber dos litros de agua al día, sin explicarnos, desgraciadamente, que alimentos como las frutas y las verduras contienen ese agua que tan necesaria nos es. Si se superan las cantidades necesarias para la hidratación (hasta siete litros de agua al día) nuestro cuerpo podría intoxicarse. Los riñones se sobrecargan, comienzan el dolor de cabeza, los calambres musculares y el cansancio a consecuencia de la disolución de sodio y potasio en la sangre, las náuseas e incluso la insuficiencia cardíaca, alucinaciones o convulsiones. En los casos más severos, como el de Johanna, puede derivar en el coma o incluso la muerte.

Todo lo que hay dentro de tu cuerpo requiere agua. Habría que ingerir mucho líquido para que se produzca la hiponatremia

"Por eso quiero enseñar a la gente que beber mucha agua puede ser muy malo para el organismo", indica Johanna. Sin embargo, su tocaya Johanna Hignett, nutricionista, no está de acuerdo con su afirmación: "La población, en general, tiene que beber más. Todo lo que hay dentro de tu cuerpo requiere agua, el funcionamiento de tu cerebro, de tu sangre, la digestión... Habría que ingerir muchísimo líquido para que se produzca la hiponatremia".

Pero, ¿cómo saber si estás suficientemente hidratado? Hemos visto que, gracias al mecanismo de la sed, sabemos cuándo falta agua en nuestro organismo, pero para saber si todo funciona correctamente, Hignett tiene la clave: "El color de nuestra orina. Cuando su color es pajizo o amarillo claro es que estás hidratado, bien, pero si tiende hacia aun color más oscuro (casi ámbar o miel) es que tienes que beber más. De lo contrario, si es casi transparente o sin color es que has ingerido demasiado líquido y debes parar", señala. Podemos de esa forma conocer cómo nos encontramos, simplemente debemos escuchar más a nuestro cuerpo.


Jueves, 17 de septiembre de 2020