Por Marcos Damián González. | Esta mañana en una conferencia de prensa sobre desarrollo urbano escuché al intendente Osella decir que «el goyano ahorra en tierras y el argentino ahorra en ladrillos». Cuando menos, desubicado. Necesitamos un intendente que conozca la realidad de la gente.

Personalmente no me sorprende porque sabemos para quienes gobiernan y con qué ideología política. Hay algo que traspasa la capacidad de asombro, que es el cinismo con el cuál dicen frases que pretenden que uno se las trague en seco. En medio de semejante crisis, que no sólo se produce por la pandemia sino por el desastre económico que dejó el gobierno de Mauricio Macri, venir a hablar de ahorros, de tierras y ladrillos es una tomada de pelo para muchos goyanos y goyanas que la reman, pero la reman durísimo todos los días para salir adelante y todavía viven de alquiler. Es cierto, hay unos pocos que mientras comen asados los fines de semana, hablan de sus propiedades en aumento, de la macroeconomía y de cómo se siguen enriqueciendo y adueñando de la tierra. Hay unos pocos que son dueños de la mayor cantidad de tierras en nuestra provincia, y sin embargo son muchísimos los que no tienen si quiera una parcela propia, siquiera una vivienda propia.

No sé si es irónico o cruel, que en una conferencia donde nos presentan un supuesto plan pensado para 800 familias sin vivienda —cuando en todo el año el INVICO solamente proyecta 18 viviendas en una ciudad como Goya, con un déficit habitacional 300 veces mayor— el líder de la gestión municipal sugiera que todavía se puede ahorrar en tierras o en ladrillos.

No sé quién fue pero felicito al colega que estando presente en la reunión le dijo espontáneamente —El que puede. —Osella quedó mudo un instante y luego asintió. No sé si habrá entendido o no el exabrupto. ¿Quién puede ahorrar en tierras hoy en día? ¿Cuántos son los que compran terrenos para que no se le desvaloricen sus ahorros? ¿Cuántos son los que tienen la suerte de comprar ladrillos porque tienen un espacio propio dónde construir?

Está claro que no basta con tener buenas ideas y un diseñador de mapas con lindos colores. Para que los sectores más vulnerables de nuestra ciudad comiencen a recuperar derechos, necesitamos un intendente municipal que conozca la realidad de la gente.

Miércoles, 16 de septiembre de 2020