Referentes de organizaciones sociales, políticas, sindicales, religiosas, y ciudadanos/as en general nos reunimos de manera virtual para darle continuidad a experiencias de organización popular para enfrentar a la pandemia del Covid-19, en el marco del Comité Social de Crisis.

En ese sentido, manifestamos nuestra preocupación con el discurso estigmatizante del gobernador, Gustavo Valdés, quien le echó la culpa “a la gente de los barrios” por la circulación cada vez mayor del coronavirus en la ciudad de Corrientes.

Alertamos que esas afirmaciones pueden ser interpretadas por las fuerzas de seguridad como un guiño para profundizar aún más la represión contra los sectores más humildes de nuestro pueblo.

Queremos recordarle a Valdés que la circulación masiva en la Capital provincial comenzó con el contagio de su secretario de Deportes, Jorge Terrille; quien contrajo el virus en las mesas de póker que organizaba junto a amigos de Corrientes y Chaco. También le recordamos al gobernador que el coronavirus llegó a casi todos los barrios capitalinos por la irresponsabilidad de los propietarios de Tipoiti, quienes obligaron a sus trabajadores a seguir concurriendo a la planta a pesar de que había personal con síntomas primero, y un caso positivo de Covid-19 confirmado después.

Ese brote del que todavía no hay dimensión de hasta dónde puede llegar, es el principal que hubo en toda la provincia desde el inicio de la pandemia. Y provocó que hoy la ciudad de Corrientes tenga 218 casos activos de coronavirus. Esta situación obliga al Gobierno provincial a bajar la movilidad de personas en la Capital a valores ínfimos, cosa que solo se logrará con una vuelta a Fase 1 para cumplir un aislamiento estricto por, al menos, 14 días para cortar de cuajo la circulación que existe actualmente. Permitiendo movilidad de la población solo en su barrio, accediendo a los comercios de proximidad (farmacia, almacén, CAPS).

Se trata de salvar vidas de correntinas y correntinos, pero también de proteger al personal de salud que se encuentra en una situación de permanente estrés, por la cantidad de casos e hisopados que deben atender y por estar expuestos permanentemente a la enfermedad. Debe saber Valdés que pueden haber miles de camas de terapia intensiva y respiradores, sin embargo el recurso humano es lo que escasea y por allí puede venir el colapso del sistema sanitario. Corrientes solo tiene 38 terapistas en toda la provincia.

Entendemos que la vuelta a un aislamiento estricto traerá dificultades económicas para grandes sectores de nuestra población, que viven de la changa en situación de extrema informalidad laboral, o que son pequeños comerciantes. Por ello, el Gobierno provincial debe disponer de los mecanismos financieros que solvente la ayuda social y económica que la emergencia sanitaria demanda.

Proponemos que el Gobierno grave a sectores que pagan escasos impuestos y recibieron innumerables beneficios en los últimos años, como los bancos, casinos y los grandes productores del campo (grandes forestadores, arroceros, ganaderos). Asimismo, le solicitamos al gobernador que exija a los diputados nacionales por Corrientes que integran el bloque de Juntos por el Cambio que apoyen el proyecto enviado por el Gobierno nacional y que propone un Aporte Extraordinario a las grandes fortunas. Finalmente, insistimos en la necesidad de convocar a este Comité Social de Crisis conformado y ampliarlo a consejos profesionales, económicos y otros actores.


Miércoles, 9 de septiembre de 2020