DI FILIPPO
Acá tienen que llegar a un entendimiento porque no puede quedar nadie afuera
El ex intendente de Goya y candidato a gobernador por el peronismo en 1993, Alberto Di Filippo reflexionó sobre el escenario político actual con vistas a las elecciones provinciales del 2021. Sugirió que los dirigentes justicialistas deben seguir el ejemplo de Alberto y Cristina, llegar a un acuerdo y sumar también a otros sectores fuera del peronismo.
Di Filippo habló el viernes con Ariel Pereira en el programa La vuelta de la cigarra por la 95.3MHz. El conductor lo mencionó como el primer peronista que ganó una elección a gobernador y no lo dejaron asumir. «Es bueno, no por mí, tener siempre presente lo fuerte que son en esta provincia los factores de poder que actúan generalmente poniéndole frenos a los cambios. En ese caso mío, en el año 1991/92 realmente fue un escándalo institucional porque —para ser más sintético todavía— nada menos que el Superior Tribunal de Justicia, que era el máximo órgano de justicia, dijo que la elección —en la que ganamos por 20.800 votos de diferencia— había sido empate. Realmente es una locura. En eso, felizmente muchas cosas cambiaron y muchas deben cambiar todavía» respondió Di Filippo y agregó de introducción a la charla un paréntesis para Pereira: «Quiero aprovechar la oportunidad para felicitarte, porque hablando de cambios últimos, creo que va a haber un tiempo en la justicia antes de Ariel Pereira y después de Ariel Pereira. Antes de lo sucedido con vos y ahora la posibilidad de estar hablando desde tu estudio, tu medio, con absoluta libertad después de la injusticia que estabas viviendo». El interés de la entrevista claramente estuvo centrada en su experiencia como dirigente político del Partido Justicialista, para insinuar qué necesita el partido en Corrientes para llegar al sillón de Ferré: «Tenemos en principio que tratar de mirar, observar fundamentalmente ustedes que son los que están en la palestra, en la lucha diaria de alguna manera conduciendo fracciones, sectores… Son personas representativas, un puñado de dirigentes que no hace falta que los mencione porque son conocidos. Primero se podría mirar un poco algún marco de referencia y pongo como ejemplo de los últimos tiempos, allá por julio y agosto del año pasado cuando Cristina Kirchner tomó la decisión de empezar a dar un paso trascendental y definitivo, cuando dice —El candidato presidencial va a ser Alberto Fernández, yo voy a ser bajando un escalón, la candidata a vicepresidenta a pesar de que tengo más votos, debemos sumar más todavía. —Días más tarde empezaron a dialogar Massa, sectores progresistas como Donda, Pino Solanas y muchos otros, no solamente justicialistas, peronistas sino hombres y mujeres del campo popular que por distintos motivos años antes habían diferido de caminos y rumbos, incluyéndolos entre estos actores al propio Massa. Cuando Cristina bajó un escalón y dijo que el candidato sería Alberto, lo cual no niega en absoluto que es la líder, jefa política, la mujer que trascendió en los últimos años de la historia argentina, también se dio cuenta que faltaban todavía unos 15 puntos. 15 o 20 días después, a fines de agosto y después de las PASO, estaba resuelto y definido que el 10 de diciembre asumía un gobierno justicialista en el país. »Trasladando ese entorno de espejo a la provincia de Corrientes, creo que acá tienen que terminar en una de esas, una decena o un poco más de dirigentes representativos y llegar a un entendimiento, a un acuerdo. Conversar. Porque son tantos los dirigentes y las candidaturas, los cargos que hacen falta cuando se conforma una lista para ganar y después para gobernar, que realmente no puede quedar nadie afuera. Además por fuera también del peronismo, buscando quién pueda seguir sumando en el campo progresista, en el campo popular. Indudablemente hay que conformar un frente. Básicamente se trata de eso. »Fui electo candidato a gobernador en el año 1991 en el Congreso Nacional del Partido Justicialista. En esa oportunidad, quien disputaba conmigo la posibilidad de la candidatura era el ministro de Defensa y ex senador nacional, Humberto Romero. Un hombre de prestigio, trayectoria… pero el Congreso Nacional del PJ decidió que tenía que ser yo. El primer paso que di, fue llamarlo por teléfono y decirle que yo no quería ser “candidato a gobernador”, que yo quería ser “gobernador” y que por lo tanto quería que él fuera el primer candidato a diputado nacional. Yendo al otro extremo del peronismo, el segundo llamado fue para Rodolfo Martínez Llano, para decirle que quería que encabece la lista de candidatos a senadores o que forme parte del proyecto, pero no acompañándome sino integrándose con un lugar y un espacio. Eso continué haciendo no solo sino con la ayuda de muchos otros dirigentes, con cada uno de los distintos referentes, representantes… eso indudablemente ayuda y mucho. Reconozco que yo tenía una ventaja: era joven y no tenía mayores inconvenientes ni había tenido diferencias importantes con la mayoría de los dirigentes. Eso me facilitaba un poco encontrar el diálogo pero sí era importante destacar la amplitud, la idea de generosidad y de inteligencia en el grupo que conformamos, donde el esfuerzo radicaba en buscar que nadie quede afuera. Para lo cual entre otras cosas teníamos que tratar de buscar a un hombre o mujer de cada departamento, de cada localidad importante y después de otros sectores políticos. De hecho, ganamos. En esa época [1990/91], para tener una idea, en una ciudad como Goya con un padrón activo de 39 o 40 mil votantes. Sacamos 21 mil votos. Era una cifra muy importante. »No solamente radica la importancia en que yo haya ganado la gobernación a pesar de que no me dejaron asumir. Para mí tuvo algo importantísimo, que ganamos por la cantidad de votos 32 municipios, ganamos por la cantidad de votos tener mayoría en ambas cámaras. Eso es fundamental porque te pueden robar el gobierno pero lo que no te pueden robar es la cantidad de intendentes y legisladores» finalizó el ex intendente de Goya.
Jueves, 3 de septiembre de 2020
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