INVESTIGACION EN ITUZAINGO POR EXPLOTACION SEXUAL INFANTIL
Una mujer fue condenada a 6 años de prisión por trata de menores
En un juicio abreviado, el Tribunal Oral Federal dictó sentencia para una ciudadana paraguaya por trata de personas y agravado porque una de las víctimas era menor de 13 años. Según revelaron las fuentes de la investigación, esta persona prostituía a sus hijas adolescentes.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Corrientes condenó ayer a 6 años de prisión a una ciudadana paraguaya por el delito de trata de personas, agravado por ser una de las víctimas menor de 13 años.
Se trata de Hermelinda Villalba Bogado, quien admitió su responsabilidad en los delitos que se le imputaban, ante el juez de Cámara, Juan Manuel Iglesias, el secretario Mario Aníbal Monti, el fiscal general Carlos Adolfo Schaefer y el defensor oficial Javier Ernesto Carnevali.
La imputada recibió la condena de 6 años de cárcel, agravado en calidad de coautora por el hecho cometido por tres o más personas en forma organizada; y fue multada con $250.
La causa se inició en febrero de 2009, cuando personal del Escuadrón 47 “Ituzaingó” de Gendarmería Nacional recibió informes mediante una denuncia anónima radicada en la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata de Personas, del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos.
Daban cuenta de que en un prostíbulo de nombre “Casablanca” explotaban sexualmente a dos menores de edad. Según el denunciante, las víctimas pidieron ayuda para salir de allí, ya que eran obligadas a ejercer la prostitución.
Las víctimas habían advertido además que las cambiaban frecuentemente de lugar. “El Ministerio Público Fiscal explicó que en su requerimiento de elevación a juicio entendió que Hermelinda Villalba Bogado trasladaba desde la ciudad de Encarnación, República del Paraguay, hasta nuestro país a sus tres hijas menores de edad, identificadas como D. B. V. B., M. A. V. y S. D. V. B., y las ofreció a los propietarios de las whiskerías “Casablanca” y “Señor Mongo” o “Misionero”, todo ello con fines de explotación sexual, y en el acuerdo mantenía ese criterio”, señala el fallo.
Posteriormente, en febrero de 2010, un testigo compareció en la unidad de Gendarmería y contó que en los prostíbulos “Casablanca”, “Señor Mongo”, “Eros” y “Escorpión”, había menores de edad que eran explotadas sexualmente. Agregó que mantuvo relaciones sexuales con una menor de edad en el local llamado “Señor Mongo”, quien le contó que era de Paraguay, que tenía 17 años de edad y que su madre la controlaba desde la barra de la cantina.
El testigo señaló que tenía conocimiento de que en el local “Casablanca” trabajaba una menor de edad de nombre Karina, que tendría un DNI falso, y que, según le comentó, dicha documentación le habría sido proporcionada por el dueño del lugar conocido como “El Equeco”.
Estas declaraciones y otros expediente formaron parte de la investigación que derivó en los allanamientos, en los que desbarataron a la organización dedicada a la explotación sexual infantil.
Jueves, 27 de agosto de 2020
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