LA INCIDENCIA EN NUMERO DE MUERTOS POR CORONAVIRUS ES AUN MENOR, PERO COMIENZA A AUMENTAR
España retrocede al número de contagios del inicio de la crisis
España atraviesa una segunda etapa de expansión de la covid-19. Tras la contención conseguida a finales de mayo y comienzos de junio, la curva ha vuelto a dispararse. El número de contagios, unos 2.400 por día, ya es similar al de marzo, cuando se decretó el estado de alarma y se ordenó el confinamiento de la población.
La diferencia con aquel momento es que el número de fallecidos y hospitalizados es sensiblemente menor, que la alta cifra de diagnósticos se alcanza tras un mayor número de pruebas (que han aumentado un 186 por ciento desde el inicio de la crisis sanitaria) y que la mayor parte de los casos son asintomáticos y se detectan en personas más jovenes -la mayoria no alcanza los 40 años- y no en población potencialmente de riesgo. Asimismo, el sistema nacional de salud está mejor preparado, con más dotación de material y la experiencia acumulada en los últimos meses. No aparece en el horizonte el horizonte de colapso que sí amenazaba seis meses atrás.
No obstante, los expertos han advertido de que si no se consigue volver a doblegar la curva de crecimiento de contagios, será imposible impedir que se produzcan hospitalizaciones y fallecimientos. El aumento de casos no se debe solamente a que se hacen más pruebas. En junio sólo el 2 por ciento de los tests daba positivo; ahora esa cifra ha crecido al 7 por ciento.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció públicamente tras la reunión del Consejo de Ministros de este martes para reconocer la existencia de esta segunda ola, a la que calificó de “amenazante” y “preocupante”.
Sánchez dijo que la evolución inquieta especialmente en algunos territorios como Madrid, pero que se está lejos de la situación de marzo. “No podemos permitir que la pandemia vuelva a adueñarse de nuestra vida, no lo vamos a permitir", aseguró.
El crecimiento en el número de casos coincidió con el inicio del verano y el intento por salvar la temporada del turismo, un sector clave para la economía española y del que depende más del 14 por ciento de su Producto Interior Bruto. En el difícil equilibrio entre garantizar la salud de la población y evitar el colapso de la economía, se tomaron medidas que al poco tiempo tuvieron que ser retiradas ante la evidencia del avance de la pandemia. Todas las actividades de ocio nocturno que habían sido autorizadas volvieron a prohibirse y en algunas comunidades autonómas ya no se permiten rees de más se seis personas.
Con la reapertura del curso escolar en el horizonte -en teoría las clases deberían comenzar a mediados de septiembre-, Sánchez hizo un llamamiento a la unidad para volver a doblegar la curva. “Ya lo hicimos, sabemos hacerlo, y estoy convencido de que vamos a volver a hacerlo. Ya doblegamos la curva en situaciones más adversas y más dramáticas que las de ahora. Estoy convencido de que vamos a volver a hacerlo con la responsabilidad de cada uno ", afirmó antes de recordar la necesidad de cumplir con las medidas básicas de prevención: utilizar barbijos, lavarse las manos y guardar la distancia de seguridad. “Son gestos de solidaridad imprescindibles", recordó.
También pidió a los gobierno regionales, a los que ofreció la declaración del estado de alarma en los territorios que lo requieran, que adopten la aplicación móvil 'Radar COVID' de detección de contactos, que tras una prueba piloto es la isla de La Gomera, demostró su eficacia al detectar casi el doble de contactos que los rastreadores manuales. En su opinión, en una implantación por encima del 20 por ciento, podría reducir el impacto de la pandemia en un 30 por ciento.
También anunció que 2.000 militares serán destinados a labores de rastreo de positivos, cifra que se aumentará si la demanda de los gobiernos regionales así lo exige.
La situación se ha agravado en las últimas semanas. España vuelve a ser el país Estado de la Unión Europea con peores registros. En las últimas dos semanas se han confirmado 152 casos por 100.000 habitantes, muy por delante de Malta (119), Rumania (88) y Francia (54).
Los expertos advierten que los positivos eran a mediados de julio en su gran mayoría personas jóvenes y asintomáticas, pero en los últimos días se han incrementado las hospitalizaciones y fallecimientos, que sin embargo no llegan todavía a los niveles de marzo o abril. El Gobierno reconoce que no esperaba estos niveles de expansión de la pandemia hasta octubre o noviembre. La relajación de las medidas de prevención durante el verano ha adelantado los tiempos.
Los casos que se detectan diariamente se han multiplicado. A principios de junio eran unos 400 cada día; en julio, unos 2.000 y en agosto, más de 6.000.
El aumento de casos también está teniendo su reflejo en la ocupación de los hospitales. La semana pasada había 4.703 personas ingresadas en España y 541 en las unidades de cuidados intensivos, pero en sólo dos días hubo 1.523 ingresos y 1.126 altas,.
El número de muertos también va en aumento y con un ritmo preocupante. En julio se registraban entre diez y 15 fallecimientos semanales, número que creció a 135 la semana pasada. Todavía lejos de los 9.000 diarios que se llegaron a alcanzar en abril, pero la tendencia habla por sí sola de la gravedad de la situación. Sobre todo, porque las muertes corresponden a contagios detectados en torno a tres semanas antes, por lo que los positivos de esta semana tendrán su traducción en fallecimientos el mes próximo.
Miércoles, 26 de agosto de 2020
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