Con la reinvención como única salida posible a corto plazo, familias que ofrecían servicios vinculados al despliegue de eventos de reducida o multitudinaria concurrencia se encuentran en una difícil situación desde el inicio de la pandemia.

Empresarios y emprendedores vinculados a los servicios de organización de eventos son un sector de la economía que aún no ha retomado las actividades y han tenido que reinventarse para garantizar los puestos de trabajo.

Desde junio, con el pase a fase 5 de la ciudad de Corrientes, diversos sectores económicos han iniciado una lenta recuperación tras el freno en el consumo producto de la cuarentena por el covid-19. Venta de indumentaria y artículos para el hogar, gimnasios, librerías, restaurantes y bares han retomado la atención al público, aún con algunos cierres de por medio.

Sin embargo, no es este el caso del sector de organizadores de eventos. Si bien el rubro de entretenimiento puede no representar una actividad prioritaria en términos sanitarios, lo cierto es que el engranaje de los eventos está sostenido por fotógrafos, maquilladores, servicios de catering, de ornamentación, técnicos en sonido y djs que encontraban su sustento económico ofreciendo servicios vinculados a las celebraciones.

Fiestas de reducido alcance, como pueden ser cumpleaños infantiles, fiestas de 15 años o casamientos, o de masiva concurrencia, como recepciones y shows en vivo.

En este sentido, Jorge Aguirre, empresario de evento declaró a El Litoral: “Desde Yapiré hemos presentado protocolos correspondientes para la realización de recepciones, como le venimos comunicando a los padres”.

Sin embargo, expresa comprender las dificultades para la habilitación antes de que la comunidad científica pueda ofrecer una vacuna que inmunice a la población: “Las recepciones en Corrientes pueden llegar a tener una concurrencia de entre 2mil y 3mil personas, aunque se planteen actividades al aire libre, el problema es el amontonamiento”.

Aguirre asegura que de todas formas “los padres tienen otras prioridades en este momento”, añadió, en referencia al parate del sistema educativo. Ante el suspenso de clases presenciales las familias están atravesando el desafío de acompañar a niños y adolescentes en sus clases virtuales.

Aunque pueden comprender, no quedan exentos de las consecuencias a nivel financiero: “Nosotros realizamos una inversión de 30 millones de pesos para preparar un predio que pueda albergar eventos masivos de la Ciudad”. Denominado “Concepto Yapiré”, ubicado en la Av. Raúl Alfonsín al 3700, iba a ser puesto en marcha este año.

“Como empresarios, nosotros buscamos reinventarnos, pero ante la caída de proyectos como el Taragüí Rock y la Fiesta Nacional del Chamamé, nos vemos afectados”.

Por su parte, el empresario Federico Cheme desestima la posibilidad del regreso del sector: “Sin la vacuna es difícil imaginar que podamos ofrecer nuestros servicios”. A pesar de que el sustento al que el sector privado pudo recurrir mediante el ATP, el programa de asistencia de emergencia al trabajo y la producción, este es una solución de carácter temporal. En este sentido, Cheme sentenció: “Hoy en día el sector está destruido, pero estamos abiertos a participar de una mesa de diálogo que nos permita encontrar una solución para que podamos trabajar”.

Martes, 25 de agosto de 2020