JAPON

Tras 45 años esperando su ejecución, fue liberado: la increíble historia de Iwao Hakamada
El ex boxeador de 88 años fue condenado por el asesinato de cuatro personas y el incendio de una casa. Su hermana de 91, lo acompañó en todo el proceso.
Un tribunal de Japón decidió absolver este jueves a Iwao Hakamada, condenado a muerte hace más de medio siglo. Tras ser declarado culpable del asesinato de su jefe, la esposa y los dos hijos de éste, descubrieron que las pruebas que fueron utilizadas en su contra habían sido falsificadas.

''Banzai", exclamaron las personas que se encontraban apoyando a Hakamada, luego de que se conociera el veredicto. La expresión japonesa, que significa ''¡ hurra!'', marcó el final de una larga lucha por la inocencia de un hombre condenado injustamente hace 56 años.



En 2014, tras una segunda apelación presentada por su hermana en 2008 -ya que la primera fue denegada por el Tribunal Supremo- le fue concedida la excarcelación, debido a su frágil salud y su edad, lo que no significaban un riesgo de fuga. En 2023, finalmente fallaron a su favor, lo que permitió que ocurra el último juicio donde se declaró su inocencia.



De los 56 años que estuvo condenado, 48 los pasó tras las rejas, y 45 en el corredor de la muerte. Esta cifra lo convierte en el prisionero con pena de muerte que más permaneció en él, según los datos de Amnistía Internacional. Tantos años provocaron un lógico deterioro en su salud mental, que lamentablemente no mejoró con su excarcelación. Además, esto provocó que no pudiera estar presente en el veredicto.

Las ejecuciones, que se llevan a cabo en secreto, no son informadas a los presos hasta la mañana en que son ahorcados. Si bien en 2007 comenzaron a revelar algunos datos, falta mucho aún para que pueda ser considerado transparente. Dentro del G7, Japón y Estados Unidos son los únicos países que mantienen la pena capital. Además, en el país asiático la mayoría de los habitantes están de acuerdo con la misma.

Su hermana Hideko, de 91 años, se encargó de cuidarlo, siempre afirmando su inocencia. Cuando terminó el juicio del año pasado, aseguró: "Por fin me he quitado un peso de encima". Hoy, con la inocencia declarada, expresó: ''Gracias a todos, (la victoria) es gracias a su apoyo”, dijo. “Muchas gracias por apoyarnos durante tanto tiempo''.

Del crimen que no cometió, a su excarcelación
Hakamada, además de haber sido boxeador profesional, trabajaba en una planta de procesamiento de miso (condimento) en el año 1966. Sorpresivamente, un día encontraron los cadáveres de su jefe, su mujer y sus dos hijos, que fueron recuperados de un incendio en su casa de Shizuoka, al oeste de la capital Tokio, con apuñaladas.

La policía lo acusó del asesinato, además de prender fuego la casa y el robo de efectivo. Inicialmente, Hakamada negó todo tipo de incriminación, pero, debido a los interrogatorios y golpes que recibió por parte de las autoridades, terminó confesando bajo coacción, algo que reveló más tarde.

Dos años después, fue encontrado culpable de asesinato e incendio provocado, lo que valió la condena a muerte. En ese momento comenzó una larga batalla, que en cualquier momento Hakamada sabía que podría acabar al ser ejecutado: “Cuando me voy a dormir cada noche en mi celda solitaria y silenciosa, a veces no puedo evitar maldecir a Dios. No he hecho nada malo”, expresó en una carta, manifestando su miedo a morir.



Las principales pruebas mostradas en el caso fueron en torno a unas ropas encontradas en un tanque de procesamiento de miso, recién un año después del asesinato, y utilizadas para incriminarlo.

La defensa del ex boxeador aseguraba que el ADN no coincidía con el de las prendas encontradas, argumento que convenció al juez que terminó dando su excarcelación en 2014: "Es injusto seguir deteniendo al acusado, ya que la posibilidad de su inocencia ha quedado clara hasta un grado respetable", había manifestado el magistrado.

Cientos de personas hicieron cola el jueves frente al tribunal de distrito con la esperanza de conseguir un asiento en la galería pública, mientras sus partidarios sostenían pancartas exigiendo la absolución de Hakamada.

El caso fue muy importante en Japón y Hakamada recibió mucho apoyo.
El caso fue muy importante en Japón y Hakamada recibió mucho apoyo.
Los activistas dijeron que su terrible experiencia había expuesto fallas en el sistema de justicia penal de Japón y la crueldad de la pena capital. ''Estamos muy contentos por la decisión del tribunal de exonerar a Iwao Hakamada'', dijo Boram Jang, investigador de Amnistía Internacional sobre Asia Oriental.

''Tras soportar casi medio siglo de encarcelamiento injusto y otros diez años de espera para un nuevo juicio, este veredicto es un importante reconocimiento de la profunda injusticia que sufrió durante la mayor parte de su vida. Pon fin a una lucha inspiradora para limpiar su nombre por parte de su hermana Hideko y de todos los que lo apoyaron. Al celebrar este esperado día de justicia para Hakamada, recordamos el daño irreversible que causa la pena de muerte. Instamos firmemente a Japón a abolir la pena de muerte para evitar que esto vuelva a suceder'', pidió.








Jueves, 26 de septiembre de 2024
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