Hace menos de un mes, a mediados de diciembre de 2018, Cinthia Fernández aseguraba que necesitaba trabajar porque se había quedado sin fuentes de ingreso. Había sido desafectada de "Involucrados" y del "Bailando". Sin embargo, la bailarina arrancó el 2019 con todo: se la vio paseando por las calles de Punta del Este en el lujoso auto de su novio, Martín Baclini.

Muy enamorada y cada vez más comprometida, Fernández se encuentra disfrutando de sus merecidas vacaciones en las playas uruguayas, una de las más elegidas por los argentinos a la hora de veranear. Son muchos los vehículos costosos que se ven en esa ciudad oriental, pero la modelo se robó las miradas de todos los turísticas cuando apareció en una Ferrari.

"Rezo por encontrar otra cosa, necesito que me entre plata, esto me arruina", comentaba en aquel entonces. Para colmo, esto se le sumaba al mal momento que atravesaba con su ex pareja, Matías Defederico. De acuerdo a lo que denunciaba, el ex futbolista de Huracán no cumplía con las obligaciones que le corresponden y ella era quien se debía hacer cargo de las tres hijas que tienen en común.

Lo cierto es que a pesar de que Cinthia intentó mantener un perfil bajo, alejada de las cámaras y de los escándalos, no pudo evitar acaparar la atención el pasado fin de semana, cuando apareció en la puerta de un conocido parador de Punta del Este en una Ferrari 458 Spider, valuada en aproximadamente 300 mil dólares, lo que sería más de 11 millones de pesos al cambio actual.

Sin embargo, el auto deportivo no es de Baclini. De acuerdo a lo que revelaron los medios ligados al mundo de la farándula, el imponente vehículo sería de un amigo del novio de Fernández, muy cercano a Luciana Salazar. A Matías se lo habrían prestado para que disfrute del verano esteño. ¿El detalle más top? La patente es del estado de Florida, en Estados Unidos.