Fue una de las expresiones sobresaliente de la homilía que pronunció el Obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecin, en la Fazenda de Esperanza “Nuestra Señora de Itatí” el domingo donde se realizo una celebración especial porque hace dos años funciona en Santa Lucía en el departamento de Lavalle, como un espacio que brinda contención a las mujeres que fueron víctimas de alguna adicción. Concelebraron el arzobispo de Corrientes monseñor Andrés Stanovnik, el obispo emérito de Deán Funes (Córdoba), Aurelio Kun y el vicario general presbitero Juan Carlos López.

Tres obispos participaron de las actividades conmemorativas que incluyeron mensajes referidos a la necesidad de cuidarse “unos a otros” como una forma de prevención y de que el Estado nunca abandone la lucha contra el narcotráfico. Además del obispo goyano Adolfo Canecin, concelebraron el arzobispo de Corrientes monseñor Andrés Stanovnik y el obispo emérito de Deán Funes (Córdoba), Aurelio Kun.

En la Fazenda se reunieron para festejar que hace dos años la Iglesia logró la apertura de un espacio para contener y rehabilitar a aquellas mujeres que estaban sufriendo los daños derivados de las adicciones.

A las 10,30 hubo una misa concelebrada por el obispo de la diócesis de Goya, Adolfo Canecín, el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, y el emérito de Deán Funes (Córdoba), Aurelio Kun, quien además vive en la Fazenda de la citada provincia.

Participaron, además de las chicas que viven el hogar “Nuestra Señora de Itatí”, voluntarios que trabajan allí, familiares, amigos y autoridades locales, entre ellos el intendente de Santa Lucia David Zananez.

En ese contexto, cuatro chicas recibieron la Confirmación y un par de ellas también la Comunión. Mientras que una joven, que logró terminar su proceso de recuperación, recibió su certificado, aunque ella permanecerá un tiempo más en la Fazenda para acompañar tanto a las que continuarán allí como a las dos que se sumarán esta semana. Precisamente, Monseñor Adolfo Canecín instó a seguir promoviendo la prevención de las adicciones para lo cual destacó que es trascendental hacerlo a nivel personal y comunitario.

Porque “así, aquellos, quienes trabajan vendiendo, no tendrán a quien ni donde vender”, expresó el obispo, quien insistió: “En la prevención nos tenemos que comprometer todos”.

Al mismo tiempo, instó a seguir generando espacios de contención y a recordarle al Estado que es su deber combatir el narcotráfico. Al respecto, acotó que “no nos corresponde a nosotros combatir ese delito, sino al Estado”.

Por eso invitó a rezar para que el “Estado combata cada vez, con mayor ímpetu, el narcotráfico y el menudeo”.



Camino

Durante gran parte de la homilía, monseñor Adolfo Canecín habló sobre la importancia del camino y la forma de transitarlo, teniendo siempre el “Reino de Dios” como meta.

Para lograrlo, consideró que es trascendental alimentarse de la “palabra” de Jesús y de rezar para adquirir su “estilo” de caminar.

“Vamos a dar gracias al Señor por estos dos años de caminata aquí en la Fazenda”, expresó el obispo goyano. Después dijo que “muchas chicas iniciaron el camino, algunas lo interrumpieron para luego retomarlo. Otras lo terminaron y otras de momento, sólo de momento, eligieron no seguir andando este camino, por lo menos dentro de la Fazenda. Pero mañana quizás pidan volver para seguir andando y caminando con este estilo”.

Así, evocando los logros de la Fazenda y augurando que serán muchos más, monseñor Adolfo Canecín invitó a dar gracias por el segundo aniversario de la institución que funciona en Santa Lucía. Al finalizar hubo un compartir fraterno y actuación de números folklórico.-

Lunes, 13 de agosto de 2018