Su ex pareja, único sospechoso por su desaparición, se suicidó en una celda de la Comisaría de Bella Vista donde estaba detenido. Horas antes había dicho a un familiar que se "mandó una macana". La familia de la mujer espera que aparezca bien.

Hoy se cumplen nueve días desde que Araceli Noemí Navarro (30) fue vista con vida por última vez, en su casa de la ciudad de Bella Vista. Nadie sabe nada de ella, y la única persona que podría aportar datos sobre qué pasó con ella, su ex pareja, se quitó la vida en la misma celda donde lo dejaron detenido, sospechado de hacer cometido un femicidio. Pese a todo, la familia y los amigos de la mujer mantienen intacta la esperanza de que la encuentren con vida. A pesar, que los resultados de la Policía son escasos.

Ayer por ejemplo, los colegas del portal Megalatina FM, informaron que el último trabajo importante que se hizo fue un rastrillaje en la costa del río. Pero lamentablemente, los perros entrenados que participaron, no lograron encontrar rastros de Araceli en ese sector. "Rastrillaron con perros la costa del río. Mis sobrinos preguntan por su mamá", contó al respecto Carolina Navarro, hermana de la mujer desaparecida.

Sobre la misteriosa desaparición, sólo hay una hipótesis que los investigadores manejan hasta el momento, la del femicidio. Y es que ni bien se supo que Araceli no regresó con sus hijos, sus familiares apuntaron contra quien fuera su ex pareja y padre de sus cuatro hijos, Eduardo Alfredo Portillo, de 53 años.

Este hombre ya tenía antecedentes por violencia de género y estaba separado de Araceli, aunque continuaba viviendo en la misma casa que ella, en una habitación apartada. Según se supo después, fue por las declaraciones de la hermana de la mujer y las denuncias previas, que los policías locales decidieron llevarlo detenido para evitar que escape.

Lamentablemente, el martes en la madrugada, luego de que unas pericias científicas en el domicilio revelaron la existencia de sangre en la casa, Portillo se quitó la vida en su celda. Y lo hizo luego de confesarle únicamente a un familiar, que se había "mandado una macana".

Desde entonces los rastrillajes se realizaron en el patio del domicilio, en los alrededores, en distintos descampados y finalmente en la costa del río, bajo la sospecha de que hubiera intentado deshacerse del cuerpo tras un femicidio. Pero los resultados fueron poco alentadores, y en tanto, una familia espera que Araceli aparezca bien.

Lunes, 12 de marzo de 2018