EFECTO DEBORA
La medicina en la picota por 6.000 casos de mala praxis al año
El abogado penalista Martín Francolino Stagno sostiene que localmente se producen entre 5.000 y 6.000 denuncias de mala praxis por año, pero sólo un número reducido llega al juicio. "Es muy difícil establecer el nexo entre la causalidad de muerte y la muerte en si", explica el letrado.
En la Argentina existen más de 3500 centros con internación, unos 200 cumplen con todas las normas de calidad, pero sólo tres son estatales. Avatar de LorenaGuarino
La muerte de la periodista y legisladora porteña Débora Pérez Volpin no sólo conmocionó a la opinión pública por tratarse de un hecho inesperado, que ocurrió en medio de un proceso tan habitual como una endoscopía, sino que también dejó una gran incertidumbre acerca de en manos de quién uno deja a cargo la salud.
Muchas veces la lupa se pone sobre los hospitales públicos, su falta de infraestructura, insumos y personal. Pero lo cierto es que lo ocurrido en el Sanatorio La Trinidad dejó un tendal de dudas que se desplegan también sobre la medicina privada.
Instituciones de salud públicas y privadas se encuentran en el ojo de la tormenta. "Hoy para la medicina sos sólo un número, ya no hay un médico paternalista o de cabecera", subraya Gustavo Levigurevitz, abogado civil, especializado en daños. "Las prepagas trabajan para facturar y muchos usuarios se dejan engañar por la hotelería pensando que en esos lugares nada malo les puede pasar", opina.
Según la Asociación Civil de Actividades Médicas, en la Argentina se realizan cerca de 1.500 denuncias por mala praxis por año. Dichos casos se relacionan con profesionales que incurren en impericias que provocan un daño físico, psicológico, material, inmaterial o estético a un paciente y en algunos casos hasta la muerte.
El abogado penalista Martín Francolino Stagno sostiene que localmente se producen entre 5.000 y 6.000 denuncias de mala praxis por año, pero sólo un número reducido llega al juicio. "Es muy difícil establecer el nexo entre la causalidad de muerte y la muerte en si", explica el letrado.
En la Argentina, no hay cifras actualizadas sobre casos de mala praxis. Al consultar al Ministerios de Salud de la Nación tampoco se pudo obtener ningún tipo de respuesta ni especialista en la materia que quisiera ahondar sobre esta problemática. También las más prestigiosas entidades médicas se negaron a hablar sobre el tema.
Las últimas cifras sobre efectos adversos en pacientes, producto de la atención médica, datan de 2010. Durante un año, se llevó a cabo, junto a otros cuatro países de América Latina (Costa Rica, Perú, Colombia y México) el Estudio Iberoamericano de Eventos Adversos (Ibeas) sobre la seguridad en la atención en los hospitales, sin embargo el Ministerio de Salud, en ese momento a cargo de Juan Luis Manzur, decidió hacer oídos sordos a toda la información recolectada.
Dicho estudio indicó que en el país el 12,1% de pacientes sufren de eventos adversos durante la atención médica y que esa cifra se duplica si la internación se prolonga. Lo más impactante es que en el 3,4% de los casos los pacientes fallecen mientras que el 33,8%, sufre como consecuencia una discapacidad de moderada a grave.
En estos pacientes, las infecciones intrahospitalarias (37,3%) aparecen como la primera causa de estos efectos adversos, mientras que los procedimientos médicos vienen detrás (25,7%).
En algunos casos todo se combinan y las impericias que se suman unas tras otras. Tal es el caso de Andrea, cuyo padre falleció hace cuatro años en el Hospital Churruca. El hombre de 63 años se sometió a un triple bypass coronario, el cual en un principio pareció ser exitoso. Tan sólo una semana bastó para que desarrollara una mediastinitis, una afección en el mediastino producto de una infección contraída en el quirófano.
Sábado, 17 de febrero de 2018
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