Un mono macho intenta tener sexo con un ciervo hembra en Japón. Se trata de la segunda vez que un comportamiento sexual entre especies distantes es observado en un hábitat natural, según un informe. Un vídeo muestra los insistentes intentos de un mono macho en montar ciervos hembra, de las cuales una no ofreció resistencia y llegó a lamerse la espalda tras la eyaculación del simio.

La grabación fue compartida en YouTube por uno de los autores de un estudio sobre el comportamiento sexual entre ambas especies, Cédric Sueur. El estudio relata que al lograr montar el ciervo hembra, el mono macho "mostró algunos comportamientos de cópula, unos 15 movimientos durante un período de 10 segundos, antes de desmontar". Según el texto, no se produjo penetración probablemente debido a diferencias en la morfología o tamaño, lo que pudo ser constatado porque "el pene del macaco no estaba dirigido a la zona genital, sino a la parte posterior del ciervo". "Sin embargo, la eyaculación parecía ocurrir una vez que el ciervo fue visto lamer el líquido seminal después de la montura", describió el informe publicado en la revista científica Primates. "Aunque los macacos japoneses son conocidos por montar ciervos, este individuo mostró un claro comportamiento sexual hacia varias ciervos hembra, algunas de las cuales intentaron escapar mientras otras aceptaron el monte", argumentó el estudio. © SPUTNIK. Amor sin fronteras: mamá gata adopta a un mono huérfano Además, los investigadores observaron que el mono macho también intentó alejar a otros compañeros de su especie que se acercaban durante su intento en montar el ciervo hembra. De acuerdo con el texto, los casos de interacción sexual observados entre especies distintas que se han reportado hasta ahora se dieron sobre todo entre animales con alguna cercanía genética o mantenidos en cautiverio. El informe señaló que la única vez que se dio a conocer anteriormente un fenómeno parecido al registrado en Japón, en un hábitat natural, fue el caso de una foca de la Antártica observada acosando sexualmente a un pingüino. "Este macho parece pertenecer a un grupo de machos periféricos. Aunque este fenómeno puede ser explicado como aprendizaje de cópula, esto es altamente improbable. La hipótesis más realista sería la de privación de pareja, que establece que los varones con acceso limitado a las mujeres son más propensos a mostrar este comportamiento", propuso la investigación.

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Viernes, 13 de enero de 2017