FIESTA NACIONAL DEL SURUBÍ
Julián Zini recitó su Oración al Surubí y obsequió un ejemplar al intendente Gerardo Bassi
Durante la segunda noche de festival en el escenario Juan Melero de la fiesta mayor de la ciudad, el Paí Julián Zini tras su actuación musical recitó la Oración del Surubí, de su autoría y entregó un ejemplar de la misma al intendente Gerardo Bassi luego de saludarlo.
CON PERMISO, PADRE DIOS, Escampó la lluvia y aquí estamos Contra viento y marea, llegó la Fiesta. Nuestra Fiesta. Esta Fiesta que nació aquí en el agua, junto al agua, con el agua. Esta Nuestra Fiesta que quiere ser en grande. Lo que vivimos y gozamos entre amigos cada fin de semana: Un tiempo de recreación y descanso, de placer y entretenimiento... Un tiempo de compartir en la pesca, lo de cada uno. La habilidad, la experiencia y también la suerte Y porque siempre esto nos pareció importante y hermoso Algo sano y divertido, cosa de amigos y alma de la “barra”... Se pensó un tiempo y un espacio propio Para compartir, festejar y premiar engrande esa pesca. Nuestra pesca, la “Fiesta Nacional del Surubí”-. Pero, perdón, Padre Dios, casi me olvido. No habría pesca, ni diversión, ni fiesta si no estuviera el Rio. Y el rio es agua, y el agua es peces, y entre esos peces está el Surubí Misterioso habitante overo de nuestro rio. Buscada presa de los pesadores, codiciado trofeo de turista. Premio final a la paciencia y a la búsqueda. Símbolo de la Fiesta. Aunque, pensándolo mejor, regalo tuyo, Padre Dios Que sembraste la vida en las entrañas de nuestros ríos. Mucho se habló y se habla de lo que fue y es nuestra pesca: Desde el “mojarrero” y la “”liña”, el “espinel” y el “tramayo” Del “Ril”, con sus señuelos”, al “mallón”, la “jaula” y la “devolución” Y entre todo lo dicho, también se dijo: “hemos colado el rio”. Pero ha llegado la hora de largar, de empezar, Padre Dios Todo está preparado, con mucho esfuerzo y sacrificio Se ha llegado hasta aquí. Hay nerviosismo y mucha expectativa Pero hay un “pero...Si, un pero y es: “cómo y dónde estamos” En esta situación, en este tiempo, hijo del cambio Climático Con este Niño cabezudo, sin gobierno, incorregible Que se viste de tormentas y de lluvia y se transforma en inundación. En medio de la desolación y la necesidad de tanta gente Se me mojaron las palabras y no sé qué decirte, Padre Dios No me animo, no me atrevo, no sé cómo expresarme Hoy no encuentro palabras para el rezo apropiado Que abra, empiece e inaugure la Fiesta...quiero rezar y no sé cómo. Querido Pare Dios, creo que corresponde hablar primero con el agua Con nuestra hermana agua. Porque debo, ante todo, agradecerle la vida Ella está en mi, al lado mío, bajo mis pies, y sobre mí Porque es mi sangre, y es Paraná y es Acuífero, Y es el agua corriente y es la lluvia y hoy es la inundación... Sí. Y en medio de tanta agua, se me han mojado las palabras. Y no sé qué decirte, Padre Dios....Solo me hace pedir perdón. ¡Sí, Hermana Agua, una y mil veces, perdón, perdónanos! Hoy más que nunca, estamos obligados a pensar lo que hemos hecho ¿Quién puede enumerar las porquerías que tiramos al rio? ¡Cloacas, basureros, deshechos y venenos...todo al río! ¡Si hablara el Paraná y con él los arroyos y los desaguaderos! ¡Hermana Agua Misericordiosa, perdón, mil veces perdón!.- No alcanza con dedicarte un “Día Internacional” por año, Ni con hacerte un verso o una canción Ni siquiera con rezar por vos de vez en cuando una oración... Como decían nuestro abuelos “a Dios rogando y con el mazo dando” Esto no va más. Nos estamos suicidando. Así de claro y terrible. ¡Hermana Agua Misericordiosa, perdón, mil veces perdón!. Y, si no es mucho pedir, Hermana Agua, vuelve a ser Agua Bautismal Y bautizarnos de nuevo, el alma y el cuerpo, la mente y la mirada Lávanos el corazón de tanta codicia y malas intenciones, De tanto individualismo egoísta y de tanta angurria escandalosa... Personal y comunitariamente, como ciudadanos y como creyentes. Nunca seremos felices pensando como se piensa y haciendo lo que se hace. Aunque parezca mentira y una exageración, el agua que conocemos Que es dulce y es potable, y sin la cual no se puede vivir, se va a acabar. Sí, está mermando y se va a terminar. Ya se la llama el “oro azul”. Necesitamos redescubrir que somos hijos de un Dios – Amor, Hermanos y hermanas de todos los seres vivientes Y, a la vez administradores responsables de todo lo creado.. Padre Dios Creador, vos que te alegras con tus hijos, No permitas que se ahogue y termine aquí nuestra Fiesta Enséñanos y ayúdanos a celebrar la Vida. Que nuestra alegría se fundamente en el compartir Que aflore una vez más y que se note nuestra correntinidad. Que por sobre el Individualismo y su indiferencia, Florezca fraternalmente nuestra solidaridad Y se vea que somos amables y compasivos, serviciales y generosos. Finalmente, Dios de la Misericordia, te pedimos que lo más pronto posible Podamos decirnos y decirle al país:”Sufrimos, pero aprendimos”. “A mal tiempo, buena cara”...” no hay mal que por bien no venga”. ¡Padre, Dios de la Misericordia, bendícenos, Padre, Hijo y Espíritu Santo,! Amén.
Viernes, 29 de abril de 2016
|