Se trata de Ramón Horacio Pérez de 27 años acusado de cometer varios delitos. Fue hallado muerto en la vereda de una casa y debajo de un árbol en Gutenberg y Ushuaia. Minutos antes había escapado de la Policía. Los efectivos aseguran que usaron balas de goma. De la autopsia al cuerpo de la víctima surgió que fue herido con un arma de bajo calibre.

Un joven delincuente de 27 años murió ayer al ser herido de un disparo en circunstancias poco claras. Minutos antes de ser hallado muerto amenazó con un arma de fuego a policías. En su poder se secuestró una pistola calibre 22.

La víctima fue identificada como Ramón Horacio Pérez que tenía seis causas abiertas por diferentes delitos y ya había sido condenado por otros hechos. Su cuerpo fue trasladado al Instituto Médico Forense a fin de practicarle la autopsia.

Los tres policías que participaron del procedimiento ya declararon en la causa y entregaron el arma que tenían en ese momento.

Todo comenzó ayer a la madrugada, aproximadamente a las 3, cuando el grupo de efectivos de la Comisaría Séptima realizaba recorridas de prevención en el patrullero N612. Al circular por la calle Usuhaia en el barrio 300 Viviendas observaron a un joven que pasó corriendo.

Al intentar identificarlo, el muchacho exhibió un arma de fuego y amenazó con disparar. Fue entonces que uno de los policías efectuó varios disparos intimidatorios con una escopeta que estaba cargada con balas de gomas.
El sujeto se perdió en la oscuridad y cuando el móvil ingresó a una calle fue interceptado por un motociclista que abrió fuego. Los disparos dieron en el parabrisas.

Tras el ataque el agresor se dio a la fuga a alta velocidad. Los policías lograron sobreponerse a la emboscada y al retomar su rumbo en busca del sospechoso, encontraron a una persona tirada en la vereda al costada de un árbol. Se trataba del mismo joven que minutos antes los había amenazado con un arma y escapó corriendo.

Estaba mal herido, por lo que pidieron una ambulancia. Cuando los paramédicos llegaron al lugar, ya había fallecido. En su poder se secuestró una pistola calibre 22.

Al cuerpo se le practicó la autopsia y se determinó que el disparo que le ocasionó la muerte a Pérez era de bajo calibre. Es por eso que en principio se descartó que algunos de los policías haya sido el autor del mortal balazo.

No obstante tanto a la víctima como a los tres efectivos (el chofer y dos acompañantes), se les realizará la prueba de parafina o dermotest para saber si hay rastros de pólvora en sus manos.

El arma de los policías será peritada. En tanto hasta ayer no había novedades respecto al paradero del motociclista que atacó a tiros a los uniformados. Se desconoce además si Pérez estaba huyendo tras cometer un delito al momento que fue sorprendido por el móvil policial.

El caso es investigado por el fiscal Gustavo Robineau con el conocimiento de la jueza de instrucción, doctora Josefina González Cabañas.

Lunes, 4 de noviembre de 2013